¿Por qué cortaron el Himno?

La versión original de la canción patria contaba con 10 estrofas y duraba aproximadamente 20 minutos. Sin embargo, fue modificada por diferentes gobiernos que suavizaron su contenido revolucionario y cortaron las partes que ofendían a otros países. 26noticias consultó al historiador Mario Pacho O`Donnell para entender las razones de esta “censura”.

Por Canal26

Miércoles 11 de Mayo de 2011 - 00:00

Tal vez muchos no sepan que el Himno Nacional que todos aprendimos a cantar con solemnidad en los actos del colegio no siempre fue como el que conocemos hoy. Originalmente, la canción patria era mucho más extensa y su letra estaba fuertemente influida por el espíritu revolucionario de los primeros patriotas. Sin embargo, razones políticas llevaron a diferentes gobiernos a modificarla para diluir su fervor revolucionario y adaptarla a los tiempos contemporáneos.

El escritor e historiador Mario Pacho O`Donnell explica que la Asamblea del año XIII, que aprobó el texto el 11 de mayo de ese año, “fue convocada originalmente para declarar la independencia, pero por influjo de Gran Bretaña pasó a ser algo distinto y lo que iba a ser el Himno Nacional se convirtió simplemente en la Canción Patria”.

La razón es que Gran Bretaña “no quería fomentar la independencia en las colonias porque ella misma era un imperio colonial. A través de la Logia Lautaro, a la que pertenecían la mayoría de los asambleístas, presionó para descalificar la idea independentista de la Asamblea. Como los gobernantes de Buenos Aires estaban muy atentos a no perder el apoyo de este país, entonces la Asamblea del año XIII pasó a ser algo distinto y lo que iba a ser el Himno Nacional se convirtió en la Canción Patria. Ya de entrada se cambia el sentido que tiene; recién será el Himno Nacional más adelante, cuando esté claro el proyecto independentista”, relata O`Donnell.

Por otro lado, “la letra original de Vicente López y Planes era una letra muy contagiada del espíritu revolucionario, tenía mucho ardor patriótico y festejaba la victoria sobre el opresor (español)”. Sin embargo, estos rasgos fueron “rastrillados por el consenso de que no había que hacer alardes independistas hasta que no estuvieran dadas las condiciones para esto”.

O`Donnell también narra que el Himno “luego fue suavizado aún más por razones diplomáticas cuando se decidió reiniciar relaciones de tipo económico-políticas con España. Por lo cual se quitaron todas las referencias al triunfo sobre este país. Todo esto fue lavando su belicosidad (por ejemplo, la letra original decía “Se levanta a la faz de la Tierra/ una nueva y gloriosa Nación/ coronada su sien de laureles/ y a sus plantas rendido un león” (España)). Por eso, lo que quedó fue una letra inofensiva, por decirlo de alguna manera, donde se repiten frases, casi como enunciando una carencia del texto”.

Por otro lado, la música, obra de Blas Parera, también fue renovada. Según O`Donnell, la versión original tenía “la línea de casi todos los himnos del mundo y era como una especie de marcha marcial. Juan Pablo Esnaloa modifica la música y lo transforma en esto que tenemos hoy, que a mi criterio es un poco barroco, demasiado sofisticada para un himno. Tal es así que nunca se interpreta íntegro en los eventos deportivos internacionales sino que se comete el gran error de tocar solamente la introducción, lo cual obliga a los hinchas argentinos a tener que tararearla cuando verdaderamente un himno debe ser cantado”.

Curiosamente, la versión actual también contiene errores de transcripción, debido a que cuando Vicente López y Planes escribe “su trono dignísimo alzaron”, en nuestro himno dice “abrieron”, cuando en realidad los tronos no se abren, se alzan. “Y eso es un error de transcripción que López y Planes trató de modificar al principio y luego terminó aceptando por el uso”.

Por último, vale la pena destacar un aspecto que seguramente muchos ni sospechan. “En nuestro Himno también hay referencias monárquicas que aún perduran (ej. menciones de tronos), lo que revela que antes de la independencia había intenciones en algunos políticos de Buenos Aires de coronar príncipes europeos en el Río de la Plata porque pensaban que iba a ser imposible vencer la reacción española y planeaban colocar otras casas nobles europeas en el poder como una forma de evitar el regreso de Fernando VII”.

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Por Federico Millenaar