Zaffaroni: "El Código Penal está destruído, no existe"

El juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación estuvo en "Cuarto día", programa que se emite por Canal 26, y habló sobre las dificultades que enfrentan los magistrados a la hora de fallar. También analizó los índices del delito y el sistema carcelario.

Por Canal26

Viernes 16 de Diciembre de 2011 - 00:00

Lo escuché muy duro en relación al crimen de La Pampa. Dijo que el avenimiento es una pieza arqueológica del Código Penal.
Eugenio Zaffaroni:
En el Derecho Penal comparado hay muchas fórmulas para el perdón de la víctima. En general se trata de hacer eso, pero en delitos donde la reparación puede ser integral no en la violación. Esto es un resabio que ha quedado en el Código, responde a valores del siglo XVIII, XIX. Yo no abro juicio respecto de los jueces, no conozco el caso y no sé lo que hicieron.

¿El Codigo Penal ha sido bastante manoseado, no?
Está destruído, no existe, no tenemos más Código Penal. Es irrecuperable, como si hubiesen bombardeado un edificio. Teníamos un lindo Código Penal, conservador, pero con los años lo fueron destrozando. Hoy creo que el Congreso está violando el mandato constitucional porque la Constitución le ordena dictar uno, no legislarlo.

Esto lo ata al juez.
Los jueces andan con ediciones comerciales llenas de papelitos y de notas porque no hay edición oficial de la legislación actualizada. Es grave porque con eso sentenciamos.

Muchas veces se le echa la culpa a la Justicia de un montón de males, pero estas cosas se desconocen...
Si hoy le pregunto a cualquier penalista cuál es el máximo de la pena privativa de la libertad, cuál es la pena más grave que podemos aplicar, uno va a decir 50 años, otro 37 y medio y otro 30. La ley no lo dice claramente y ese lío tenemos.

¿Por qué cree que cada vez que aparece un juez garantista la culpa es de Zaffaroni?
(Risas) Las garantías no son un invento mío, están en la Constitución. La frase la escuché y respeto a la gente que tiene la concepción de un estado autoritario y que no esté de acuerdo con la garantía, pero esa gente no está de acuerdo con la Constitución.

Hizo un informe sobre el delito en la Ciudad de Buenos Aires y se desmitifican un montón de historias, como por ejemplo “el negro”, “el bolita”...
En el relevamiento de datos que hemos hecho de expedientes de homicidios del año 2010, no tenemos ningún homicidio cometido por bolivianos. Sí hay bolivianos víctimas. La investigación exploratoria nos da un índice de homicidios en toda la Ciudad de 7 por 100.000, que es un índice inferior a Nueva York. La particularidad es que la medialuna sur de la Ciudad concentra el 65% de los homicidios.

¿Y en cuanto al delito cometido por menores?
Muy poco. Tenemos dos cometidos por pibes de 14 o 15 años, y cuatro o cinco cometidos por personas de 16 a 18.

¿Y qué opina en cuanto a la baja de la imputabilidad de los menores?
El pibe de entre 16 y 18 años comete sobretodo hurtos. Institucionalizarlo debería ser para hechos graves.

¿No cree que está pendiente la materia de la resocialización del detenido que recupera la libertad?
Nadie crea que la prisión es una institución edificante, tiene un efecto reproductor porque produce un efecto deteriorante. Uno puede ofrecer que la persona cambie su autopercepción y suba su nivel de invulnerabilidad, pero como toda institución total produce un deterioro. El hombre entra a la cárcel y entra a una sociedad artificial, donde hay una jerarquía de autoridad interna, y tiene que responder a los requerimientos del papel que cumple ahí. De lo contrario, los otros se ofenden y le dan un puntazo en el baño o lo matan. El detenido se pasa tres o cuatro años respondiendo a esos roles. El milagro es que cuando salga no continúe en el mismo rol.

¿No sale peor de lo que ingresó, con una bronca a la sociedad?
Sí, y con un condicionamiento de sus años, a veces con fobia a los espacios abiertos. Pierde la dinámica social, nadie le da trabajo, queda marcado y lo señalan en el barrio. En algunos casos de penas largas, se sale con un grado de deterioro bastante considerable. Por eso creo que la pena privativa de la libertad hay que aplicarla sólo en los casos necesarios, graves.

¿Y qué se hace con el violador reincidente?
En nuestro país la imagen del violador serial es muy extraña, no digo que no se dé. El delito sexual que se da con frecuencia y es realmente alarmante es el intrafamiliar, sobretodo con niños. La cifra negra ahí es muy grande y alarma.