Dato clave sobre Lubitz pone en duda teoría del suicidio

El copiloto conocía muy bien las montañas en las que cayó el Airbus 320: había estado en la región volando ultralivianos desde adolescente. El fiscal sigue definiendo el caso como "homicidio involuntario"

Por Canal26

Sábado 28 de Marzo de 2015 - 00:00

El copiloto alemán acusado de estrellar un avión de pasajeros en los Alpes franceses visitó de niño un campo de vuelo sin motor cerca del lugar del siniestro, según un miembro del club de planeadores.

Francis Kefer, miembro del club en la localidad de Sisteron, dijo a la cadena i-Tele que la familia de Andreas Lubitz y otros miembros del club de planeadoras de su localidad natal en Alemania, Montabaur, visitaron la zona de forma habitual entre 1996 y 2003.

La fiscalía francesa cree que Lubitz estrelló a propósito el avión de Germanwings contra una montaña el pasado martes. El lugar donde cayó el avión está a unos 50 kilómetros del campo de vuelo de Sisteron.

La zona, con multitud de valles y picos y espectaculares paisajes, es popular entre los aficionados al vuelo sin motor. En los últimos momentos del malogrado vuelo de Germanwings, Lubitz pasó sobre los puntos más señalados para virar en las rutas de planeadores en la zona, volando de un pico a otro, según pilotos locales de la especialidad.

Peter Ruecker, uno de los socios del LSC Club de Montabaur, donde Lubitz aprendió a volar ultralivianos

La pregunta que surge ahora es: ¿realmente quería suicidarse? ¿O por su cabeza pasó la loca idea de "divertirse" como soñaba cuando tenía 14 años y se presentó en el LSC Westerwald para tomar su primera clase de vuelo?

En todo caso, su irresponsabilidad asesina no deja de ser coherente con una persona cuyo estado mental no es compatible con el trabajo que desempeñaba, a pesar de que estaba técnicamente muy dotado para realizarlo, según testimonios de todos aquellos que lo conocieron a nivel profesional.

Aunque tanto Brice Robin, fiscal de Marsella, como las autoridades de la compañía aérea Lufthansa han coincidido en que si Lubitz estrelló el avión a propósito no se debería hablar de "suicidio", el funcionario francés decidió no cambiar la carátula del caso: sigue siendo un "homicidio involuntario".

Robin reveló que estuvo a punto de cambiar de opinión, porque cree que hubo un "deseo espontáneo de destruir el avión", pero que no ha comprobado que exista "intención de matar".