Inter clasificó a las semis

Se impusieron 2 a 0 en Belo Horizonte

Por Canal26

Miércoles 27 de Mayo de 2015 - 00:00

Tras la derrota por la mínima diferencia sufrida en Bogotá, el Inter recibió en el efervescente José Pinheiro Borba a Independiente Santa Fe, un equipo que llegaba a la revancha de los cuartos de final de la Copa Libertadores con la intención de consolidarse como la sorpresa del certamen continental.

Como era de esperar, los dueños de casa salieron a presionar al campo opuesto a través de la velocidad de sus atacantes y las precisas pegadas de Andrés D'Alesandro y Eduardo Sasha. Lo curioso es que los brasileños sólo tardaron 120 segundos en quebrar la resistencia colombiana. A través de una pelota parada, Juan empleó su productivo juego aéreo y festejó el 1 a 0. Fue el comienzo perfecto para los comandados por Diego Aguirre.

El golpe recibido hizo reaccionar al combinado de Gustavo Costas, ya que después de quitarse el temor que le ocasionó el marco, comenzó a igualar el desarrollo del pleito llevando el choque a la zona de Alisson. La visión panorámica de Omar Pérez, junto con el sacrificio de Wilson Morelo, representaba la herramienta más utilizada por la visita.
En el complemento los colorados hicieron los méritos para estirar la ventaja. Los pases filtrados de Lisandro López hacia la carrera de Valdivia exigieron a Andrés Castellanos, quien tuvo que intervenir en varias ocasiones para mantener a su equipo con vida. Naturalmente, el Inter buscaba evitar la definición por penales.

Por la jerarquía individual de los locales, toda la segunda etapa se disputó en el área cafetera, por lo que la pierna fuerte fue la base para cortar el circuito ofensivo brasileño. Las expulsiones de Dayron Mosquera y Yulián Anchico debilitaron sensiblemente a Santa Fe, que se quedó con el sabor amargo de la eliminación, porque el segundo tanto del partido llegó de un córner que no fue.

El error del primer asistente, Johnny Bossio, llevó a que Víctor Carrillo sancione el tiro de esquina fatídico para los de Costas, dado que de ese balón detenido Baldomero Perlaza envió la pelota contra su propia valla para sentenciar la llave. En Belo Horizonte, la caipiriña pegó más fuerte que el café.