Larocca y El Escorpión

Lo nuevo del integrante de La Bomba de Tiempo.

Por Canal26

Miércoles 10 de Junio de 2015 - 00:00

El cantante, compositor y percusionista Luciano Larocca presenta, junto a su banda El Escorpión, su primer disco Elefantes.
Integrante de La Bomba de Tiempo desde sus inicios, Larocca explora en su proyecto solista los matices de la canción desde la guitarra y la voz. Con sencillez y un aire rioplatense, letras sensibles y directas, el disco propone una sonoridad fresca de cuerdas, percusión y voces, donde la canción es la principal protagonista.

Luego de un agitado fin de 2014, con presentaciones en Buenos Aires, La Plata, Tucumán, Santa Fe, y Uruguay, Luciano Larocca regresó a Buenos Aires para abrir el 2015 como Artista invitado de Jorge Drexler el pasado 26 de Mayo en El Coliseo Podestá de La Plata y el 30 de Mayo en el Luna Park. Ahora, tendrá su presentación en el Centro Cultural Konex el 9 de Julio.

Con una búsqueda sonora en la que fusiona la música rioplatense y, en especial, la canción uruguaya -donde se hace muy presente lo rítmico-, con el vals, la música litoraleña, la brasilera y el jazz, Luciano Larocca afirma: “en este disco manifiesto todo lo que soy”. “Es el resultado de la unión de dos vertientes, una más acústica y naturalista, guiada por Luis Volcoff, y otra más popera y eléctrica, guiada por Pichu Serniotti”, ambos productores del disco.

Luciano Larocca. Es músico, percusionista, guitarrista y docente con más de quince años de experiencia. Ha compartido escenarios con artistas como Ramiro Mussotto, Pedro Aznar, Hugo Fattoruso, Liliana Herrero, Paulinho Moska, Jaime Torres, y ha participado de grabaciones y actuaciones en vivo junto a Nuria Martinez, Tonolec, Mintcho Garramonne, Mónica Abraham, Julio Lacarra, Loli Molina, Melania Pérez. Actualmente, da clases de ensamble en su estudio y trabaja en la pre-producción del segundo disco de El Escorpión.

El Escorpión. “Este octavo signo zodiacal corresponde a la existencia humana amenazada por el peligro de la caída o de la muerte. Y ¿qué hace un artista sino exorcizar con su arte este permanente acecho? Por otra parte, alguna medicina popular nos enseña que con el escorpión se curan las heridas. Luciano abre su canción-paracaídas para descender lo más leve posible (cómo cuesta levantar todo el peso de la humanidad...). En su viaje noctámbulo, el cancionista arroja una botella al mar para que nosotros, en la orilla, develemos estas canciones sin mensajes, porque como bien ha dicho alguien, sólo llevan mensajes los mensajeros. Larocca pertenece a un grupo de escorpiones que forma agregaciones biológicas, compartiendo la guarida. La Bomba de Tiempo es esa cueva, pero como buen escorpión, posee hábitos solitarios, y es en la arena y en las rocas de la noche donde sus ojos beben el agua de sus canciones hasta que la mañana crezca en su vent. Sus amigos, generosos, ayudan a lucir sus creaciones: los delicados acordes y melodías de Loli Molina, el pulso sostenido de Alejandro Larocca y la experiencia y el talento de Luis Volcoff. Si bien en el simbolismo megalítico, el escorpión es la antítesis de la abeja, cuya miel socorre al hombre, este escorpión es la excepción. Los invito, entonces, a probar su dulce veneno” (Martín Raninqueo).