La nueva tendencia sexual: ¿te animás al petting?

Por Canal26

Miércoles 23 de Diciembre de 2015 - 00:00

Derivado del inglés “to pet” (acariciar), el petting propone sesiones largas de erotismo encendido donde la excitación se logra con besos, caricias, roces en todo el cuerpo y la masturbación mutua. Y ese es el límite: así se debe llegar al orgasmo.

La intimidad de las caricias

Ya conoces a tu pareja, sabes de memoria lo que le gusta, cuáles son sus debilidades y cuáles sus límites. Y él también te conoce a ti. Y si a veces sientes que la rutina sexual te aburre... entonces, anímate y prueba algo nuevo.

El petting no se aprende, se practica y se lo elige de a dos. No hay una técnica ni un manual que lo explique: se trata de un verdadero juego, una propuesta ideal para que tu vida íntima se renueve y puedan conocerse más a fondo y se redescubran.

Pero… ¿Cómo se hace?

Primero, es fundamental que los dos estén convencidos y tengan ganas. Luego, una buena manera es empezar hablando sobre lo que te gustaría hacer a ti y que te gustaría que él te haga, expresar que los estimula y qué zonas son las más sensibles. A partir de allí, deben dejar volar la imaginación. Puede haber besos, caricias, masturbación, masajes, sexo oral. Pueden armar una escena romántica, usar disfraces, asumir roles o también incluir juegos, cremas, aceites, plumas, algo frío o algo tibio... lo que quieran y les guste.

Lo importante de esta práctica es que se exploren juntos, que gocen de a dos y que lleguen al punto máximo, a ese que los hace explotar de placer sin haber pasado el único límite que impone el petting: la penetración.

Concentrarse en todas las posibilidades sensuales que hay puede resultar muy erótico: tómense el tiempo suficiente y dedíquense a probarse en serio. Verás cómo estas experiencias les ayudarán a mejorar la comunicación, a expresar sus sentimientos, a promover la ternura y el cariño y a redescubrir toda la pasión que existe y, a veces, los esquiva. Anímate a las caricias, descubre un nuevo mundo de sensaciones y vuelve al menos un poco al “amor adolescente”.