Ankara: al menos 34 muertos y 125 heridos por atentado

Se produjo en la céntrica plaza de Kizilay, cerca del parque Güven y en los alrededores de una comisaría y de una parada de transporte público.

Por Canal26

Domingo 13 de Marzo de 2016 - 00:00

Al menos 34 personas murieron y otras 125 resultaron heridas en un atentado con coche bomba en el centro de Ankara este domingo, poco más de tres semanas después de un ataque suicida que dejó 29 muertos en la capital turca.

"Treinta personas murieron en el acto y otras cuatro en el hospital", declaró el ministro de Salud turco, Mehmet Muezzinoglu, a la prensa al final de una reunión de seguridad convocada por el primer ministro Ahmet Davutoglu.

Un balance anterior del gobierno capitalino señalaba 27 muertos y 75 heridos.

"La detonación fue causada por un vehículo repleto de explosivos cerca de la plaza Kizilay", anunció la oficina del gobernador en un comunicado.

La explosión se registró a las 18h45 locales (16h45 GMT) en esta animada plaza situada en pleno corazón de Ankara, que alberga numerosos comercios y una estación de metro y por la que transitan muchas líneas de autobús.

Numerosas ambulancias fueron enviadas al lugar del atentado, según imágenes de las cadenas de información turcas, que también mostraron varios autobuses totalmente calcinados.

El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, convocó una reunión de seguridad para esta misma noche con los principales ministros concernidos y los responsables de los servicios de seguridad, informó la agencia de prensa Dogan.

"Las primeras constataciones apuntan a un atentado suicida", declaró un responsable de los servicios de seguridad turcos que pidió anonimato.

Al menos 23 personas murieron en el acto, las otras durante su traslado hacia hospitales y en éstos, lo que demuestra la violencia de la explosión, según la cadena de televisión CNN-Türk.

Los heridos, "una decena de los cuales se encuentran en estado grave", fueron trasladados a 10 hospitales de la capital, había indicado a la AFP una fuente médica.

El atentado no ha sido todavía reivindicado.

La policía turca desplegó importantes efectivos para bloquear los accesos a la plaza, sobrevolada por helicópteros, según un fotógrafo de la AFP en el lugar.

El 17 de febrero, un atentado suicida con coche bomba reivindicado por un grupo disidentes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, separatistas kurdos) contra autobuses que transportaban personal militar dejó 29 muertos cerca del lugar de la explosión de este domingo.

Este grupo, los Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK), asumió la responsabilidad del ataque tres días después y amenazó con otros, en particular contra lugares turísticos turcos.


El viernes, la embajada de Estados Unidos en Ankara había difundido un mensaje a los ciudadanos norteamericanos presentes en Turquía advirtiéndoles de un "posible atentado terrorista" en la capital en el barrio donde se registró la explosión del 17 de febrero.

El presidente islamo-conservador turco Recep Tayyip Erdogan atribuyó, "sin la más mínima duda", ese atentado a los combatientes kurdos sirios de las Unidades de Protección Popular (YPG), con el apoyo del PKK.

El jefe del Partido de Unión Democrática (PYD), brazo político del YPG, Saleh Muslim, y uno de los responsables del PKK, Cemil Bayik, rechazaron esas acusaciones.

Turquía vive desde el verano pasado en estado de alerta máxima tras una serie de mortíferos atentados, cuatro de los cuales fueron atribuidos por las autoridades al grupo Estado Islámico (EI).

El más mortífero, ocurrido el 10 de octubre pasado, fue perpetrado por dos kamikazes que se hicieron estallar en medio de manifestantes de la causa kurda ante la estación central de Ankara, con un trágico saldo de 103 muertos.

El 12 de enero, 12 turistas alemanes perdieron la vida en otro atentado suicida en el barrio turístico de Sultanahmet en Estambul.

Acusado durante mucho tiempo de complacencia hacia los grupos rebeldes más radicales en guerra contra el régimen de Damasco, el gobierno turco se unió el pasado verano (boreal) a la coalición antiyihadista y multiplicó las detenciones para luchar contra las células del EI en su territorio.

Turquía está sacudida, además, desde julio pasado por la reanudación del conflicto kurdo. Intensos combates oponen a sus fuerzas de seguridad con el PKK en numerosas ciudades del sureste del país, poblado por una mayoría de kurdos.

El domingo, las autoridades anunciaron la instauración de un toque de queda en otras dos ciudades de esta parte de Turquía, Nusaybin y Yuksekova.

Estos combates pusieron fin a las conversaciones de paz iniciadas por el gobierno turco contra el PKK a finales de 2012 para hallar una solución a una rebelión que dejó más de 40.000 muertos desde 1984.