Minguito hizo llorar a todos en el bar: el recuerdo de Malvinas

Miguel Angel Rodríguez, en la piel de Mingo, en un relato conmovedor en el homenaje del programa por el Día de los Veteranos y Caídos en la Guerra de Malvinas.

Por Canal26

Lunes 4 de Abril de 2016 - 00:00

El regreso de "Minguito" y su clásico "Polémica en el Bar" a la tevé (los domingos a las 14 hs. por Telefe) tuvo este domingo uno de sus picos más altos cuando el célebre personaje, ahora encarnado en Miguel Angel Rodríguez, brindó un emotivo homenaje por el Día de los Veteranos y Caídos en la Guerra de Malvinas.

Las palabras de "Minguito", cuya figura retrató el carismático Juan Carlos Altavista, se dieron sobre el final del programa. La intervención comenzó así: "Acá la pasamos lindo, hemos comido de todo, hablamos de todo, pero pasamos por arriba el tema del 2 de Abril, que fue ayer. Ayer, muchachos, se cumplieron 34 pirulos, ¡Hu! 34 pirulos ya pasaron del 2 de abril. Me acuerdo como si fuera hoy, lo pienso y se me pone la piel del pollo"

"Estaba apolillando, me acuerdo. Estaba en la catrera y escucho los gritos de la vieja: 'Mingo, Mingo, vení para acá'. Estaba en la cocina, mi vieja. Había puesto la pava para el mate y había prendido la cantora, la radio. Escuchá lo que dicen acá. Estamos en guerra, me dicen. ¡Estamos en guerra!", agregó.

Rodríguez recordó que los soldados tenían "18 pirulos" y que "los mandaron a miles de kilómetros de la casa para defender a la Argentina. Y fueron con coraje. 'Pero hay algo más pior todavía, Mingo: el frío que hace ahí', me dijo", recordó. Y agregó: "¿Sabés lo que hizo la vieja? Como tantas viejas del país, agarró las agujas de tejer y empezó a tejer. Tejía pulóveres, bufandas, guantes. Todo. 'No me mirés', me decía. Agarrá los ahorros que hay en la latita, andá al almacén del Gallego a comprar fideos, polenta arroz y chocolate, que hace frío allá".

El emotivo monólogo concluyo con el siguiente fragmento: "Fuimos todos a hacer una cola para hacer lo que podíamos. Los más ricos donaban más, los más pobres donábamos menos. Tiempo después nos encontramos que no les llegó nada a los pibes esos. Estaban en la frontera luchando con los pies congelados, las manos congeladas, e iban para adelante. Mientras que acá estaban calentitos los jegarcas. No me corrijan, yo sé que son jerarcas. Pero estos eran los jegarcas, calentitos y chupando whisky. Hay que acordarse de esos pobres pibes, que tuvieron que aprender a sobrevivir antes que a vivir".