Hantavirus: alerta en Tucumán tras dos casos fatales

Las víctimas fueron un joven de 23 años y un niño de 5. Aseguran que "los animales que lo trasmiten son silvestres".

Por Canal26

Martes 19 de Abril de 2016 - 00:00

El gobierno de Tucumán declaró hoy el alerta epidemiológico en la provincia tras la muerte de dos personas infectadas con hantavirus y pidió a los agentes sanitarios que estén alertas ante casos de pacientes con síndrome febril provenientes de zonas rurales.

La medida se adoptó por la presencia confirmada del hantavirus en el territorio provincial, a partir de resultados positivos en dos autopsias practicadas a personas fallecidas en los últimos días.

"En la provincia tuvimos dos casos positivos de hantavirus: una joven de 23 años y un niño de 5 años, por lo que declaramos el alerta", confirmó la ministra de Salud tucumana, Rossana Chahla.

"El hantavirus no estaba presente hasta ahora en Tucumán, pero sí en algunas provincias del norte y el sur del país, por lo que cuando dimos con pacientes positivos empezamos a estudiar los casos retrospectivamente para detectar alguna sintomatología que pueda estar relacionada", sostuvo.

La funcionario provincial dijo que "se estudiará a los roedores de las zonas rurales para detectar la presencia del virus" y aclaró que "los animales que lo trasmiten son silvestres".

Asimismo, ratificó que la preocupación del Sistema Provincial de Salud (Siprosa) es detectar a la clase de roedor portador del hanta e intentar aislarlo en una zona rural, para evitar su avance a zonas semiurbanas.

"No queremos que la gente se asuste y empiece a publicar por las redes sociales cosas que no son ciertas. El alerta es especialmente epidemiológico para los trabajadores de la salud, con el objetivo de estar atentos y tener en cuenta esta patología en casos de pacientes que provengan de zonas rurales con algún síndrome febril", precisó.

La ministra Chahla afirmó que el alerta epidemiológico se declaró también por el dengue y la bronquiolitis.

El hantavirus se contagia por la evaporación de heces, orina o sangre de un animal infectado, que es aspirada por quien se enferma, por mordeduras o por tocar restos de los roedores.

No hay una cura específica, sino sólo tratamientos paliativos, y las principales complicaciones se detectan en las vías respiratorias.

Las recomendaciones sanitarias apuntan a aumentar la higiene, no entrar en lugares rurales que hayan estado mucho tiempo cerrados sin ser aireados antes, no tocar cadáveres de animales, desinfectar espacios cerrados y cortar el pasto.

Los síntomas son parecidos al de un estado gripal y pueden confundirse con el dengue, como ser fiebre, dolores musculares, escalofríos, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y a veces dolor abdominal y diarrea.