Cuando erró el penal y luego la Selección cayó ante Chile, sintió que todo había terminado. Y así lo manifestó. Pero en los vestuarios, vivió otras sensaciones. La intimidad del crack.
Por Canal26
Lunes 27 de Junio de 2016 - 00:00
Cuando erró el penal y luego la Selección cayó ante Chile, sintió que todo había terminado. Y así lo manifestó. Pero en los vestuarios, vivió otras sensaciones. La intimidad del crack.
Por TV, se lo vio llorar. Pero en el vestuario, todo fue peor. Por un lado, recibía el consuelo de sus compañeros. Sergio Agüero le dijo: "Leo, un penal no cambian las cosas. Sos el mejor del mundo y lo vas a seguir siendo. Hiciste todo lo posible para que hoy estemos acá". Pero no era suficiente para el crack. Lloraba desconsoladamente.
Todos los ojos estaban puestos en él. Sin embargo, otros jugadores lo sufrían a su manera. El Pipita Higuaín pensaba en ese minuto 20 donde se perdió un gol increíble. Y el número 20 le recordaba a aquel momento contra Alemania, en el Mundial, donde también falló un gol casi hecho. Y Lucas Biglia, sufría por ese tiro que quedó en manos del arquero chileno.
Pero los ojos estaban en Messi. Leo volvió a romper en un llanto intenso, mayor aún que el que se vio en la cancha, cuando vio llorar a Thiago, su hijo mayor. ¿Qué habrá pensado el crack al que tanto se le pide y presiona para conseguir una copa? ¿Sentirá que se falló a sí mismo y a su familia?
Hoy, todos hablan de él. Será porque es el mejor de todos.
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