La "Peque", hasta las lágrimas: "Se me dio algo soñado"

Paula Pareto se convirtió en la primera mujer en ganar una medalla dorada. “Recibí buena energía y esperanza de la gente que vino”, dijo la judoca.

Por Canal26

Domingo 7 de Agosto de 2016 - 00:00

La judoca Paula Pareto, la primera mujer argentina en ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos, resaltó que hoy "se dio algo soñado".

"Yo me tengo fe; si no, no vendría a pelear. A su vez, sabía que iba a ser muy complicado, pero todos estaban más convencidos que yo. Recibí buena energía y esperanza de la gente que vino y al final se dio algo soñado", destacó Pareto.

La bonaerense de 30 años, campeona mundial de la disciplina en la categoría hasta 48 kilos, alcanzó la gloria en Río de Janeiro imponiéndose a la rusa Irina Dolgova, la húngara Eva Csernoviczki, la famosa japonesa Ami Kondo y la coreana Bokyeong Jeong.

"Era una oportunidad que tal vez no volvería a darse en la vida. Si perdía dando todo, seguramente no lo iba a sufrir tanto, pero no quería sentirme así y eso me dio la fuerza para no desperdiciar la chance en la final", recordó Pareto.

"La Peque" compartió su felicidad con "mucha gente que está atrás" en el aspecto deportivo y también con familiares y amigos que fueron a verla a Brasil.

De hecho, apenas terminó el último combate, Pareto rompió en llanto y corrió para abrazar a su entrenadora, Laura Martinel, quien le gritaba que era "leyenda". El festejo enseguida se trasladó a la grada, donde se unió en la celebración al numeroso grupo que la alentó durante toda la competencia, integrado por seres queridos y otros deportistas.

Martinel comentó en diálogo con TyC Sports que "la verdadera final" fue contra la famosa Kondo, por lo que la victoria en semifinales les dio "una gran esperanza" de cara a la definición.

"A cada paso la veía y la sentía mejor. Era todo positivo y eso me dio una gran esperanza para la final. Estaba segura de que la iba a ganar", agregó la entrenadora.

En la misma nota, Pareto agradeció el apoyo y la inspiración que le dio otro referente del deporte argentino, el taekwondista Sebastián Crismanich, ganador de la medalla de oro en Londres 2012.

"Es un estandarte para mí; un gran ejemplo desde lo técnico y desde lo mental, sobre todo. Seguí de cerca su historia y me enseñó que con mucho esfuerzo y determinación los sueños se cumplen", subrayó Pareto luego de escribir el capítulo más importante de la historia del judo argentino.