Google celebró los 37 años de la novela "La Historia Sin Fin"

Un doodle del buscador para rendir tributo a una novela fantástica que luego fue película y el autor del libro, Michael Ende, criticó duramente.

Por Canal26

Jueves 1 de Septiembre de 2016 - 00:00

El libro del escritor alemán Michael Ende fue publicado en 1979. Se caracterizó por mezclar el mundo real y el de fantasía con entrañables personajes.

El buscador de Internet dedicó hoy uno de sus doodles interactivos a esta novela fantástica, que más adelante se convertiría en una película que encandiló a millones de niños, pero que el propio Ende calificó como “un gigantesco melodrama comercial a base de cursilería, peluche y plástico” y pidió que le quitaran de los créditos.

En la trama de "La historia sin fin" se mezclan el mundo real y el de fantasía. En el mundo real, el protagonista sufre bullying en el colegio y se refugia en un misterioso libro, en el que se sumerge de tal manera que acaba siendo parte de su historia: una historia sobre la lucha entre la Nada y una Emperatriz enferma. En este libro dentro del libro se desata una épica batalla cargada de personajes fantásticos con el objetivo de la salvación del reino.

Michael Ende vivió su propia historia interminable para escribir el libro: realizó la primera propuesta a su editor en febrero de 1977, prometiendo tener el libro listo antes de Navidad. Pero no fue hasta el otoño de 1978 cuando los editores volvieron a tener noticias de Ende, que reapareció para explicarles que el libro precisaba un diseño especial y que fuera encuadernado en cuero, con incrustaciones de madreperla y cierres. Finalmente, el libro apareció en tinta de dos colores para diferenciar el mundo real del mundo de fantasía.

Muchos lectores recuerdan ahora a los entrañables personajes de "La historia sin fin": Bastián (el niño que desde el mundo real se adentra en Fantasía), Atreyu (el joven cazador de la tribu de los Hombres de Hierba del mundo de Fantasía), la Emperatriz Infantil o el dragón blanco de la suerte Fújur.

(Fuente: La Vanguardia)