Hinchas argentinos dejan de usar tarjeta y controlan gastos por suba del dólar

El aumento del dólar llevó a un cambio de hábito entre los hinchas argentinos en Rusia. Comprar en supermercados y cocinar en hostels se volvió parte de la rutina de los seguidores de la Selección.

Por Canal26

Lunes 18 de Junio de 2018 - 06:36

Hinchas argentinos

 

La imparable suba del dólar, que llegó a casi $29 en los últimos días, causó espanto y preocupación entre los miles de turistas argentinos que están en Rusia con motivo del Mundial.

 

Como era previsible, los hinchas argentinos en tierras rusas debieron activar un plan alternativo para controlar más los gastos y, entre otras cosas recortaron las compras con tarjetas de crédito.

 

“Como nos alojamos en un departamento, dividimos los gastos y tratamos de comprar todo en el supermercado”, dice Agustina, una hincha de Santa Fe.

 

“Nosotros ya pagamos casi todo hace varios meses, cuando la Argentina se clasificó y el dólar estaba por debajo de los 18 pesos”, comenta por su lado Fernando, otro hincha argentino que fue a Rusia a ver a la Selección con un grupo de amigos. “Ahora tratamos de no usar mucho la tarjeta y cambiamos dólares por rublos cuando necesitamos pagar algo”, agregó.

 

Durante marzo pasado, con un dólar cerca de los $20, los precios de los vuelos subieron por la alta demanda. “Nosotros sacamos pasaje en diciembre, aprovechando una promoción a Barcelona y en cuotas sin interés”, contó María Luján Bertone, de la provincia de Rosario. Según un relevamiento reciente, el pasaje aéreo a Rusia durante el Mundial costaba cerca de $40 mil.

 

Una comida relativamente económica puede costar entre 400 a 500 rublos (unos 6/8 dólares) por persona. Pero por el lado de un restaurante, con bebida, el precio puede llegar hasta los 20 o 25 dólares. También, claro, está la posibilidad de ir a un supermercado a hacer las compras.

 

Es así que en Rusia ya son comunes los hinchas “low cost”, quienes cambiaron sus hábitos y optan por compras comunitarias en los supermercados, usando el efectivo que trajeron y recortando de manera drástica los gastos con tarjetas. Muchos duermen en hostels, con habitaciones compartidas, y cuentan con algunos servicios como cocina para prepararse comida.

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