Tensión con Macri, estrategias y ofensiva de la Iglesia contra el aborto

El reclamo de veto a la despenalización, si pasa la prueba del Senado, pone al Presidente en el foco de la batalla. La presión también apunta a los gobernadores del PJ.

Por Canal26

Miércoles 11 de Julio de 2018 - 15:07

Arzobispo Carlos Sánchez - Iglesia

 

Mientras la sociedad argentina debate sobre la despenalización del aborto, la Iglesia dio la primera -y clara- señal de que su postura y la lucha para que prevalezca va más allá de lo que suceda pronto en el Congreso.

 

La Iglesia Católica argentina, y también el Vaticano, han demostrado en este caso que el reclamo hecho al Gobierno para que -llegado el caso- vete la ley de aborto legal, esconde un encono y enojo inocultable puntualmente contra el presidente Mauricio Macri.

 

Incluso, las recientes manifestaciones públicas de los obispos deja en exposición una suerte de mala estrategia de parte de la Iglesia y un inocultable error de cálculo respecto de las posibilidades que tiene el proyecto que actualmente ocupa al país entero y está en el Parlamento.

 

Claro que, en ese complicado escenario, la Iglesia buscará por todos los medios posibles, enmendar su aparente error.

 

Tras la aprobación al proyecto en Diputados, la postura más dura de la Iglesia se endureció aún más y, así las cosas, el foco de los reclamos y pedidos pasó de los integrantes del Gobierno directamente al presidente Mauricio Macri. Fue un mensaje que también iba para muchos de los gobernadores peronistas que hasta el momento se mostraron al margen del debate.

 

Y hubo más: el domingo pasado, cerca de cincuenta obispos celebraron una misa convocada esencialmente para rechazar el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo. Se llevó a cabo en la Basílica de Luján bajo la convocatoria a la "Misa por la vida", con dura crítica a cargo del presidente del Episcopado, monseñor Oscar Ojea.

 

Lo mismo sucedió al día siguiente durante el tedeum en Tucumán, con el arzobispo Carlos Sánchez a cargo; mientras que luego hizo lo propio el arzobispo de La Plata, Víctor Fernández.

 

Así las cosas, no fueron pocos los legisladores nacionales que afirmaron que la Iglesia Católica buscó mantener su posición, aunque con un tono más medido, apostando fuertemente al trabajo más personalizado con diputados afines y delegando en organizaciones allegadas la batalla en los dos meses de exposiciones informativas ante el plenario de comisiones.

 

La media sanción del proyecto en Diputados, no sólo sacó a la luz la sorpresa eclesiástica, sino también algo de inocultable malestar. Incluso se dio el caso llamativo en que el propio papa Francisco comparó a las prácticas abortivas con las actividades cuestionables de los nazis.

 

Como fuera, el malestar era y es inocultable. Con este marco previo, cargado de tensión, errores de cálculo y reclamos, se determinó finalmente que la discusión sobre las demoras se dará el 8 de agosto como fecha para votar en el recinto. De hecho, ya se inició el ciclo de exposiciones ante el plenario de tres comisiones.

 

De este modo, también son llamativas las recientes declaraciones del arzobispo de La Plata, Fernández (ex rector de la UCA y de fluida relación con el Papa) quien dijo que el Presidente tendría que vetar la ley si tiene "profunda convicción" sobre el tema. Aludió así a que Macri afirmó no compartir la despenalización, pero dejó de lado el argumento presidencial para habilitar el debate.

 

Esto tendría dos finalidades ulteriores: marcar la responsabilidad última en esta cuestión. Vale decir ¿cuál es el lugar del Presidente en este tema? Y luego, aunque de un modo menos evidente, expresar la desconfianza sobre el papel prescindente del Gobierno en una cuestión tan sensible como esta.

 

A todo esto, no faltan en estas operaciones quienes buscan sumar votos a favor y giros inesperados.

 

Al respecto, también Marcos Peña se metió en el tema y no eludió hablar en medio de las preguntas que lo esperaron al finalizar una reunión de Gabinete de ministros. En esa oportunidad, dijo claramente que Macri no vetará la ley si es que llega a ser probada en el Senado y defendió el debate como componente elemental del ejercicio democrático.

 

Por su lado, el diputado peronista Miguel Angel Pichetto lanzó también un mensaje a la Iglesia católica y manifestó: "La Iglesia debería ejercer la tolerancia porque la ley está por encima de los dogmas".

 

De todos modos, el nuevo ingrediente que la Iglesia aportó en esta receta complicada, es el de haber centralizado y focalizado sus esfuerzos por torcer la historia poniendo la responsabilidad en manos del presidente Mauricio Macri.

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