Peligrosa tendencia en la India: morir por un mensaje de WhatsApp

En la India hay una tendencia que se hizo viral y es altamente peligrosa. Se difunden falsos mensajes sobre secuestro de menores y en varias oportunidades, todo termina en tragedia.

Por Canal26

Miércoles 25 de Julio de 2018 - 18:33

Accidente - Muerte - Mensaje por WhatsApp

 

Los falsos rumores sobre secuestradores de niños se hicieron virales en India por medio de WhatsApp. Esto originó en abril una ola de asesinatos de decenas de personas inocentes a manos de multitudes temerosas.

 

El fenómeno ya es una lamentable tendencia plagada de datos falsos que se apoderó de inmediato de las redes sociales incitando a la violencia en diferentes partes del mundo.

 

Los mensajes en India tienen en casi todos los casos un denominador común que se centra en el posible daño a los más pequeños. Algunos de los mensajes falsos en WhatsApp denunciaban el accionar de pandillas de secuestradores y otros mostraban videos en los que se veia gente que secuestraba a chicos para llevárselos en sus autos.

 

El diseño de WhatsApp hace que sea fácil divulgar información falsa. Muchos de los mensajes son compartidos en grupos y al reenviarse no hay señal de su origen. Las advertencias sobre secuestros regularmente vienen de los propios amigos y los familiares.

 

WhatsApp, que es propiedad de Facebook, tiene cerca de 250 millones de usuarios en India. A esto se suma un ingrediente por demás peligroso: millones de indios con escasa educación se enfrentan por primera vez al mundo en línea y suelen creer lo que aparece en sus celulares.

 

Una de las primeras personas asesinadas violentamente fue una mujer de 65 años llamada Rukmani. Ella y cuatro familiares iban en auto a un templo en el estado sureño de Tamil Nadu durante el pasado mes de mayo. Una multitud en la carretera los confundió con "secuestradores de chicos" y terminó atacándolos.

 

Accidente - Muerte - Mensaje por WhatsApp

(Foto: una de las víctimas de ataques)

 

Venkatesan, el cuñado de Rukmani, estaba en el auto con ella, resultó herido pero pudo sobrevir y contó los detalles del ataque del que fueron víctimas. Cuando ya estaban cerca de su destino, la familia se había detenido para preguntar cómo llegar al templo. A una abuela que estaba cerca del lugar le parecieron personas sospechosas y llamó a su hijo, quien advirtió a los demás. La familia se puso nerviosa y decidió regresar, pero para cuando llegaron a la siguiente aldea, una multitud los estaba esperando.

 

Los desnudaron y los golpearon con varillas de hierro, palos, a puño limpio y con los pies. Los videos del ataque circularon ampliamente en Internet.

 

Cuando todo terminó, Rukmani no se movía: había fallecido. A los otros los dieron por muertos. Su sedán rojo estaba destrozado y se habían robado sus pertenencias.

 

El principal funcionario de gobierno de la región dijo que la policía había realizado rondas en el lugar durante semanas antes del ataque, advirtiéndole a la gente que no creyera en los rumores falsos sobre secuestros. Sin embargo, no pudieron contrarrestar la influencia de WhatsApp. "No pudimos competir con la aplicación", dijo el oficial.

 

 

Whatsapp lanzara nuevas funcionalidades

 

WhatsApp manifestó que los asesinatos le causaron horror y comenzó a marcar todos los mensajes reenviados. También publicó anuncios en periódicos para educar a la gente sobre la desinformación y se comprometió a trabajar más de cerca con la policía y los verificadores de hechos independientes. El jueves pasado, WhatsApp comenzó una prueba para limitar el reenvío de mensajes.

 

Las autoridades en toda India han intentado frenar los ataques. Además de advertirle a la gente sobre los rumores falsos, arrestaron a algunos divulgadores. En algunos sitios, incluso cancelaron brevemente el servicio de Internet. A mediados de julio, la Corte Suprema instó al gobierno a aplicar "mano de hierro" contra la violencia en masa.

 

La policía arrestó a 46 personas por el ataque contra Rukmani y su familia, y persigue a 74 más.

 

Venkatesan, de 52 años, que había vivido en la casa de Rukmani desde que tenía 15 años, aún no entiende por qué los atacaron. "Simplemente querían asesinarnos", comentó.

 

Gajendran, el yerno de Rukmani, fue herido de gravedad durante el hecho. Estuvo en coma durante semanas y sigue en el hospital.

 

El ataque más grave cometido anteriormente por una multitud ocurrió el 13 de julio. Un ingeniero de software fue asesinado y tres de sus compañeros resultaron heridos después de darles chocolates a unos chicos afuera de una escuela.

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