Copa Libertadores: no hubo milagro para Atlético Tucumán, que fue goleado y eliminado por Gremio

Cayó por 4 a 0 en Porto Alegre y quedó eliminado del certamen continental. El vigente campeón ahora se medirá en semifinales ante River.

Por Canal26

Miércoles 3 de Octubre de 2018 - 07:16

Derrota de Atlético Tucumán ante Gremio en Copa Libertadores (Reuters)

Con un jugador menos tras la expulsión de Cristian Lucchetti, a Atlético Tucumán se le hizo cuesta arriba la remontada y su sueño de la Copa Libertadores quedó trunco, al perder 4 a 0 (6-0 en el global) ante Gremio de Porto Alegre, que será el rival de River en una de las semifinales.

 

El vigente campeón del certamen hizo valer su superioridad en la serie y pese a un inicio esperanzador de los tucumanos, logró tranquilidad a los 35 minutos del primer tiempo, cuando Luan capturó una pelota en la línea tras un cabezazo de Thaciano y convirtió el primer tanto.

 

Tres minutos más tarde, a los 38, Cristian Lucchetti salió a cortar una pelota fuera de su territorio y, ante la velocidad de Alisson, no tuvo otra opción que cruzarle el brazo, que hizo que el delantero cayera dentro del área: el árbitro chileno Roberto Tobar cobró penal y, tras mirar la jugada en el VAR, decidió expulsar al arquero del conjunto tucumano.

Para ocupar el arco, Zielinski sacó a David Barbona y metió a Alejandro Sánchez, que no pudo contener el remate de Cícero que elevó la diferencia y casi definió la serie.

 

El "Decano" norteño, que salió al segundo tiempo con la necesidad de hacer 5 goles para avanzar a la Semifinal de la Copa Libertadores, rápidamente vio frustradas sus escasas esperanzas: a los 52 una serie de desafortunados rebotes entre el defensor Lamas y el arquero Sánchez fue el 3 a 0 para los brasileros.

 

En el último minuto, un nuevo penal, esta vez ejecutado por Jael, puso el 4 a 0 que cerró el contundente triunfo de los locales.

 

Gremio de Porto Alegre enfrentará a River Plate en busca de la Final de la Copa Libertadores, en una serie de pronóstico reservado.

 

Llevaba el "Decano" 116 años esperando por esta noche, por llamar a la puerta de la semifinales de una Libertadores que hasta la temporada pasada había visto solo por televisión.

 

De poco importaba que enfrente estuviera el vigente rey y que los dos tantos a remontar fueran el Everest; los tucumanos iban a dejarse el alma en el gramado como si fuera la última vez.

 

Les había costado un siglo llegar hasta allí y, si se iban, lo harían peleando. Así lo anunció Acosta recién iniciado el partido con su primera visita al arco de Grohe. En la cabeza de los argentinos, que salieron en tromba, el partido había comenzado hacía horas mientras el Gremio parecía sorprendido ante tanto descaro en su propia casa.

 

Renato Gaúcho, obsesionado durante la semana en que sus jugadores no se confiaran, gesticulaba indignado desde el banco mientras Atlético Tucumán ponía el corazón en cada ataque.

 

Pudo haberse llevado premio Acosta en otras dos grandes ocasiones, pero al cuento de la Cenicienta de esta Libertadores le había salido un gran obstáculo para su final feliz. Se llama Everton, tiene 22 años y muchas ganas de demostrar que es la última joya pulida en la misma factoría tricolor de la que salieron Arthur (ahora en el FC Barcelona) o su compinche de ataque Luan.

 

Artillero del equipo este año, el joven delantero está lanzado y fueron sus botas las que le abrieron el camino al Gremio hacia Lucchetti. Cada vez mordían más los campeones, pero los tucumanos seguían sacando petróleo de un medio campo descontrolado que bien podría haberles costado un disgusto.

 

Los gaúchos, sin embargo, siempre fueron más y la fortuna del ganador acabó viniendo a rescatarles. Fue en el minuto 36, cuando Luan volvió a ser el más listo del área y remató un cabezazo que Thaciano había mandando a las puertas de Lucchetti, poniendo el 1-0.

 

El Gremio restablecía así el orden y le rompía el corazón a los albicelestes, que hasta entonces no habían dejado de creer.

 

Ahora la remontada parecía ya muy difícil, pero diez minutos después se convertiría en imposible después de que su veterano arquero derribara a Alisson en la entrada del área. El juez chileno marcó penal y, tras consultar al VAR, expulsó al guardameta dejando al Decano con diez y el partido muerto.

 

Cícero no tuvo piedad y mandó al descanso a un Tucumán desolado.

 

Con los planes destrozados y la ilusión consumida, a los argentinos la segunda parte se les presentaba como un suplicio.

 

Y lo fue. A los ocho minutos ya habían encajado el tercero después de un tiro de Alisson que acabaron empujando dentro primero Lamas y después Sánchez.

 

Poco después volvía a llenarse el área de camisas tricolores con un contraatque en el que llegaron a ser cinco contra uno y que el mismo Alisson acabó perdiendo por muy poco.

 

Para fortuna de los tucumanos, el Gremio bajó entonces el ritmo y solo completó la goleada con el tiempo cumplido después de que Jael convirtiera un penal que él mismo había sufrido de Cabral.

 

Cumplido el trámite, los gaúchos ya le piden pista a River Plate.

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