Elecciones en Brasil: ¿Jair Bolsonaro es el nuevo Donald Trump?

No sólo las posturas políticas de Jair Bolsonaro lo hacen comparable a Donald Trump. También el modo en que se aproximó a la política. En su primera participación electoral, el candidato de la ultraderecha brasileña ganó la elección y fuerza un balotaje.

Por Canal26

Domingo 7 de Octubre de 2018 - 20:34

Jair Bolsonaro, elecciones en Brasil, Reuters

(Foto: Reuters)

 

El proceso electoral en Brasil arrojó sorpresas impensadas, pero fundamentalmente deja incógnitas sobre el futuro inmediato si es que el 28 de octubre Jair Bolsonaro se impone en el balotaje.

 

Considerado por muchos un "outsider" y por otros un "paria" de la política, lo cierto es que Bolsonaro se presentó por primera vez a la presidencia y este domingo obtuvo un claro triunfo ante su adversario Haddad, aunque eso no le haya alcanzado para evitar una segunda vuelta.

 

Así las cosas, una comparación surge inevitable. Muchos lo equiparan al caso del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Y razones no faltan.

 

“Prefiero un hijo muerto a un hijo gay”; “El bandido bueno es el que está muerto”; “El error de la dictadura fue torturar y no matar”. De hecho, a Jair Bolsonaro, candidato a la presidencia de Brasil, le llaman el ‘Trump brasileño’ y se ha ganado la comparación con sobrados motivos.

 

Misógino, homófobo y racista, sus declaraciones lo transformaron en una copia real del presidente de Estados Unidos. Tan real como sus posibilidades de ganar las elecciones presidenciales y liderar Brasil.

 


Bolsonaro lleva casi 30 años de carrera parlamentaria y es diputado federal por Río de Janeiro. Con 63 años de edad, es un ex capitán del Ejército brasileño que sirvió a la dictadura militar (1964-1985), un régimen ilegítima que no condena jamás.

 

No ha habido dictadura en Brasil, las personas tenían libertad para ir y volver (...) la dictadura era para los bandidos, los canallas, la ley era difícil para ellos”, ha dicho. “La dictadura debería haber fusilado a 30 mil corruptos, entre ellos el presidente Fernando Henrique”, es otra de sus declaraciones polémicas.

 

Claro e inocultable defensor del usos de las armas, Bolsonaro sostiene que cada ciudadano brasileño tendría que tener una en su casa para defenderse. Respecto de la violencia policial, -en un Brasil donde entre febrero y agosto, murieron más de 700 personas durante acciones policiales- afirmó que “la policía puede disparar y si, por casualidad, el criminal se muere, paciencia”.

 

Su obsesión por la seguridad incluye además el deseo de reforzar el poder de las Fuerzas Armadas para “limpiar la escoria del mundo”, en la que incluye a los inmigrantes que intentan entrar en Brasil. Si uno atenta en la descripción que él mismo hace de su puesto en el Ejército -“soy capitán del Ejército, mi función es matar”- no queda mucho margen para preguntarse sobre lo que implica ese refuerzo. Su Gobierno, ya lo ha anunciado, incluiría a militares en puestos de responsabilidad.

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