Por la recesión, se acelera la destrucción del empleo

Un informe publicado por Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), presentado por el Ministerio de Producción y Trabajo, estima un futuro negro para el empleo en la Argentina.

La recesión, teniendo en cuenta los números de noviembre, trae como consecuencia la destrucción de un 2,3% anual del empleo. Esta es la peor marca en una década.

Fabián Berho, excoordinador de la Encuesta, explicó: “Por décimo mes consecutivo la situación del empleo formal en el sector privado muestra que los indicadores centrales siguen reflejando el deterioro en el sector más protegido”.

La EIL cubre el 53,5% del total de los asalariados registrados del sector privado relevando mensualmente unos 3.000 empleadores. Según los números de noviembre, el empleo privado formal cayó 0,1% en comparación con octubre. La caída es más abrupta en la variación interanual: 2%. “Este dato se encuentra en concordancia con la variación del PBI (-3,5%) publicada por el INDEC para el tercer trimestre del 2018, comparado con el mismo período del 2017”, dijo Berho.

El nivel de incorporaciones toca mínimos históricos, debajo del 2%. “Para rastrear un fenómeno similar se debe observar el inicio de la serie en septiembre de 2001 y los dos meses de crisis financiera internacional de mayo de 2009”, explica Berho.

Empresarios han admitido que no poseen expectativa en contratar personal nuevo, algo que sucede por segunda vez en la era Macri y aumenta las alertas.

Se espera que la desocupación, con datos del INDEC, llegó al 9% y se espera que alcance los dos dígitos. Algo que ya ocurrió en la provincia de Buenos Aires.

Cada vez son más los empleados, con bajos ingresos, que buscan otros trabajos para poder enfrentar la crisis económica.

Los llamados "nuevos activos", aquellos que buscan insertarse en el mundo laboral son cada vez más y suelen resignar beneficios y derechos laborales para poder recibir una paga fija mensual.

Los subocupados demandantes, con pocas horas de trabajo, buscan otros trabajos para poder hacer frente a los gastos mensuales.

“La combinación de escenarios de los distintos sectores laborales mostró que primó más la búsqueda de empleo que el efecto desaliento. Los hogares siguen dando pelea para conseguir más ingresos”, concluyó el analista.