Fenómeno en el Mundial: conozca por qué subió la natalidad en Alemania

Quien visitó por primera vez Alemania durante aquel todavía cercano pero ya mítico Mundial de Fútbol 2006 podría pensar que la tierra de ese país es un cúmulo de almas en plenitud que regalan sonrisas por doquier.

Y no es que los alemanes sean muy simpáticos. La explosión de buenos sentimientos y amor a la fiesta junto al prójimo se vivió durante junio y julio del año pasado con una intensidad fuera de lo normal.

Producto de esa fiesta, las clínicas alemanas se preparan para acoger el “baby boom” que se espera llegue en abril. Y, según revelan los médicos, la avalancha de nacimientos va a producirse justo nueve meses después del evento que enamoró a toda Alemania.

Con el fin de explotar al máximo la competencia que mueve millones de personas y de dólares, la canciller alemana, Angela Merkel, y su gobierno se apresuraron a aprobar todo lo aprobable mientras los alemanes estaban entretenidos con la pelota. Sin embargo, no sólo con la pelota…

La mayoría estima que el baby boom procede más bien de la frecuencia, animada por un estado de felicidad provocado a su vez por el ambiente de algarabía y pasión mundialista, que trajo réditos a la hora de la maternidad.

En concreto, durante el tiempo que duró el Mundial se engendraron en tierras teutonas se engendraron más niños que la media habitual. Así, Merkel mataron dos pájaros de un tiro: aprobaron lo que querían aprobar sin escuchar excesivas protestas y se hizo algo por mejorar las demacradas cifras de natalidad germanas.

"Las cifras concretas del baby boom las tendremos dentro de unos meses. Pero nuestros cursos de preparación al parto están saturados", aseguró Rolf Kliche, director de la Clínica de Maternidad Dr. Koch en Kassel, a una revista médica.

El médico se atrevió a adelantar que en su clínica se podría registrar un aumento de nacimientos del 10 al 15% y esa situación se repite en muchos hospitales alemanes, que ya agotaron sus plazas en los cursos de preparación al parto.

Créase o no, el Alemania la pelota no es lo único redondo que quedó tras un Mundial. Y los resultados –no los futbolísticos- fueron óptimos.