Último eclipse solar del año... y el sol se ocultó, otra vez, en medio mundo

Un fenómeno único e imperdible que fue visto por más de 1.000 millones de personas en varios países del hemisferio Norte, en tanto que en el Sur pudo ser apreciado por Internet, en retransmisiones que se efectuaron desde Rusia y China.

Por Canal26

Viernes 1 de Agosto de 2008 - 00:00

El último eclipse total de Sol del año fue visto por más de 1.000 millones de personas en varios países del hemisferio Norte, en tanto que en el Sur pudo ser apreciado por Internet, en retransmisiones que se efectuaron desde Rusia y China.

Las páginas web de la Academia China de las Ciencias (www.cas.cn), el Observatorio Astronómico de la Montaña Púrpura (www.pmo.jsinfo.net) y el Observatorio Astronómico Online de Shanghai (www.astron.sh.cn) retransmitieron este viernes en directo el eclipse solar total de Sol desde China.

La web de la Academia China de las Ciencias siguió el fenómeno desde Xian, en el centro del país, y puso a dos expertos para explicar el fenómeno a los internautas.

El eclipse también fue retransmitido en directo vía Internet desde Novosibirsk, Siberia, a través del Centro de Supercomputación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).

Esta retransmisión estuvo a cargo de la expedición Shelios compuesta por estudiantes canarios, quienes se desplazaron hasta Novosibirsk para emitir vía satélite a la UPM la señal de audio y video, que los astronautas pudieron seguir por www.rian.ru y desde la dirección http://eclipse.cesvima.upm.es.

El eclipse total de Sol, que pudo ser observado por 1.000 millones de personas a lo largo de 10.200 kilómetros, comenzó a las 9.30 GMT (6.30 hora local) al noreste de Canadá, atravesó el noroeste de Groenlandia, el Artico, el norte siberiano y el oeste de Mongolia, y finalizó en el noroeste de China a las 11.20 GMT (8.20 hora local).

Durante un eclipse solar, la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra, tapando total o parcialmente a la estrella; en los lunares, la que se interpone es la Tierra.

Por otra parte, el 16 de agosto ocurrirá también el último eclipse de Luna del 2008, que será parcial, y cuya fase central podrá observarse a simple vista desde Argentina.

Mientras la fase total del fenómeno dura dos minutos y medio y no puede verse en el hemisferio Sur, el eclipse parcial de Luna del próximo 16 durará más de tres horas y será visible desde Argentina.

Los eclipses de Sol sólo pueden pasar en Luna nueva (Sol y Luna en conjunción); en tanto que los de Luna sólo son posibles en Luna llena (oposición Sol y Luna).

Existen tres tipos de eclipses solares: parcial, cuando la Luna no cubre por completo su disco; total, cuando lo cubre totalmente; y anular, cuando la Luna se encuentra cerca del apogeo y su diámetro angular es menor que el solar, razón por la que deja
ver un anillo del disco.

Para que se produzca un eclipse solar la Luna debe estar próxima a uno de sus nodos, tener la misma longitud celeste que el Sol y estar alineados los centros del Sol, la Tierra y la Luna.

Si la órbita de la Luna estuviese sobre la eclíptica (plano de la órbita terrestre), habría un eclipse de Sol cada Novilunio y otro de Luna en cada Plenilunio, es decir, cada 15 días.

Pero como el plano de la órbita lunar está inclinado respecto a la eclíptica en un ángulo de poco más de cinco grados, generalmente la Luna pasa por encima o por debajo del Sol, sin que tenga lugar un eclipse.

Cada año suceden sin falta 2 eclipses de Sol y otros tantos de Luna, pero pueden suceder 4 e incluso hasta 6 eclipses.

Así, mientras 2007 y 2008 sólo trajeron cuatro eclipses cada uno (dos de Sol y dos de Luna), 2009 promete seis: uno total y otro anular de Sol, y cuatro de Luna, tres penumbrales y uno parcial.

Por término medio sucede un eclipse total de Sol en el mismo punto terrestre una vez cada 200 ó 300 años.

El eclipse solar más antiguo del que existe constancia sucedió en China el 22 de octubre del año 2137 antes de nuestra Era y al parecer les costó la vida a los astrónomos reales Hi y Ho, por no haber sabido predecirlos a tiempo.

Fueron los griegos quienes en la Antigüedad descubrieron el modo de hacerlo y desde entonces son perfectamente predecibles todos los eclipses, con varios siglos de anticipación.