Los Zetas, de ex militares a sicarios en México

Suena cada vez más fuerte que “Los Zeta”, el grupo que genera el miedo en México, están presentes en nuestro país.

Se trata de ex fuerzas militares y policiales que recibieron entrenamiento especializado y se los vincula al crimen de los tres empresarios, cuyos cuerpos fueron hallados en General Rodríguez. De ser así, están en Argentina y la preocupación recién comienza.

Osiel Cárdenas Guillén, el capo del cartel del Golfo, es el mentor de estos sicarios y los bautizó con ese nombre “son de lo último”, matan sin medir la forma, de manera sangrienta.

Tiene licencia para matar. A finales de 1999, los soldados recibieron una capacitación especial en los Estados Unidos para encargarse de la operativos de inteligencia, comunicaciones, defensa en contra del narcotráfico. Pero el negocio que les ofrecieron les atrajo más y formaron su propio grupo para proteger a su comprador.

Empezaron a moverse por Matamoros y Tamaulipas, y pronto comenzaron a expandirse por Nuevo León, Chihuahua, Coahuila y Michoacán. Ahora no tienen límites. A ellos se les atribuyen múltiples decapitaciones; cabezas que dejan en lugares públicos con mensajes firmados con sangre.

Hace unos días, un periodista mexicano afirmó que los servicios de inteligencia de ese país cuentan con información respecto de varios comandos de los llamados “Z”, “Grupo Zeta” o “Los Zetas”, que estarían moviéndose por estos días entre la Argentina, Brasil y Paraguay.

En el país del norte se adjudica que uno de estos grupos es el autor del triple crimen de General Rodríguez. Las hipótesis surgen por la metodología utilizada contra los tres jóvenes muertos, que es similar a otros tantos operativos realizados por estas bandas de sicarios del narcotráfico.

Como si fuera poco, los organismos de seguridad de México creen que, si ellos son los autores del triple crimen, podrían haberlo filmado y lo subirían a Internet, como han hecho en otras ocasiones.

Al “general” de Los Zetas se le conoce como Heriberto Lazcano, alias el “el Lazca”, encargado de coordinar las operaciones, desde el duro adiestramiento de tres meses en descampados del norte de México, hasta las ejecuciones y masacres, sobre todo de policías y elementos que pertenecen a la Agencia Federal de Investigación (AFI).

La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) dio cuenta de los niveles en la organización cuasi militar de Los Zetas: están los halcones, cobras, zetas nuevos y zetas viejos.

Después de Lazcano vienen los comandantes en cada plaza, los encargados de organizar los operativos de ejecuciones. Los zetas nuevos son kaibiles, ex militares guatemaltecos con entrenamiento especial que también llevan las mejores armas, granadas, chalecos antibalas y cascos. En las ejecuciones, ellos entran primero a las casas, inspeccionan, dan instrucciones y disparan. La dependencia indica que también hay desertores del cuerpo de elite de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales.

Mientras que los cobras, viejos o nuevos, son los ayudantes de la seguridad del propio grupo de Los Zetas y tienen todo tipo de armas, aunque no tienen permiso de disparar, al menos que lo ordenen los zetas nuevos.

En caso de detenciones o “levantones” -secuestros como el de los tres empresarios argentinos-, los cobras son los encargados de colocar las esposas a los detenidos y de subirlos a los autos. Incluso en la estructura existe quien se encarga de medir la productividad de cada integrante.

Los Zetas causan terror. Se los conoce por su crueldad sin límites. Hasta aseguran que toman venganza contra quienes traicionaban a sus jefes: los arrojaban vivos para ser devorados por jaurías de perros hambrientos y leones. Aseguran que estarían actuando en la Triple Frontera y posiblemente en nuestro país en los crímenes más espeluznantes que se han conocido.