30 de Octubre de 1983…

Y un día salió el sol... La noche más larga, más triste, más dolorosa llegaba a su fin y las urnas dejaban de estar “bien guardadas” para siempre. Esta democracia que apenas deja de ser adolescente tuvo su nacimiento y desde aquí el sentir de ese momento.

Por Canal26

Jueves 30 de Octubre de 2008 - 00:00

30 de octubre de 1983, pasaron 25 años, desde el día en que las urnas volvieron a recibir los sobres con los votos de los miles de argentinos, que tras 8 años de silencio electoral, retornaron a las escuelas deseosos de cumplir con el deber-derecho de elegir a sus autoridades.

Hoy, una imagen del doctor Alfonsín, llego al Salón de los Bustos de la Casa de Gobierno, para quedarse y compartir ese recinto guardado para los mandatarios elegidos democráticamente, homenajeado por lo que significa para la historia, lejos de su triste final al frente del Ejecutivo Nacional

30 de octubre de 1983, habían quedado atrás los las designaciones de presidentes surgidas desde un despacho castrense, los electores volvieron al cuarto oscuro donde hallaron la luz emergente de las tinieblas militares.

Aún no se sabía cuántos eran los desaparecidos, aún no se conocía ese desfalco ocasionado por la corrupción del proceso, sólo trascendía tímidamente que las consecuencias de la “Reorganizacion Nacional” eran nefastas, aún las Madres, las “locas de la plaza”, llevaban a cabo solas, la búsqueda de sus hijos asaltados por su ideología, de sus nietos arrancados de los vientres cautivos.

Raúl Alfonsin, se consagraba presidente electo, por la unión cívica radical, con el 52% de los votos, venciendo a Ítalo Argentino Luder, viejo caudillo del PJ, siendo el primer radical en vencer aun justicialista en la historia.

También era un acontecimiento inimaginado, que la UCR tuviese mayoría indiscutida en la Camara de Diputados, cuestión que confrontaba, con el mayor numero de representantes en la Camara de Senadores, ya que el partido opositor había ganado en 16 de las 23 jurisdicciones.

El primer mandatario electo, asumía en un clima de gran expectativa, con una ciudadanía, necesitada de trabajo y justicia, enemistada con las Fuerzas Armadas, tras los cruentos hechos del terrorismo de estado y la derrota en las Islas Malvinas. Un electorado que descansaba con la idea de garantía institucional, donde la libertad, la paz, el respeto por los Derechos Humanos encontraban un terreno custodiado en la incipiente democracia que se iniciaría 40dias después.

Alfonsín denunció un presunto “Pacto Militar-Sindical”, tras lo que propició un reordenamiento en los grupos gremiales.

Un reto más, la deuda externa, era uno de los problemas centrales en torno a los cuales debía girar cualquier política de gobierno a partir de 1982. Ajuste, un término desde el cual debían surgir las futuras acciones del Ejecutivo Nacional para poder desarrollar cualquier plan económico.

Todo estaba por suceder, los conflictos económico-financieros siempre estuvieron presentes en cualquier nación, globalizada o no; la inflación, el control de preciosy de las tarifas publicas, el congelamiento salarial, todas recetas del FMI con resultados devastadores …

Todo estaba por venir: “Plan Austral”, “Plan Primavera”, fracasos y tibios éxitos del gobierno radical, pero ese día fue distinto, fue una jornada que marcaría el puntapié inicial , la piedra fundamental de la democracia, que con sus defectos, es la mejor forma de “pedir”, “exigir”, “elegir” que tiene el pueblo.

Los hombres que hacen la democracia cada día, son aquellos que trabajan , estudian, enseñan, se manifiestan e indican a esos otros hombres que ocupan un lugar en el Parlamento.

Cada disciplina resurgía de las cenizas, el espectro cultural recuperó, poco a poco, su expresión, silenciada por la persecución, por el exilio, por la muerte; cada género se encaminaba a por el sendero que los sacaba del ostracismo en el que estaban encerrados.
El cine, la literatura, cada uno de los artistas podían retornar a sus obras.

Todo estaba por suceder, aciertos y errores estaban por venir, pero aquel día de 1983, marcó el fin de la otra “época infame” que había sido originada por una Junta Militar, amparada en sus armas y escalafones destruyeron un país, el mismo país que debía reinventarse, como lo sigue haciendo, reinventarse cada día; hace 25 años, como ahora, con distinta problemática, todos los ciudadanos deben reclamar y proclamar, muchas veces el silencio, no es salud.

30 de octubre de 1983, 9 de julio de 1816, emancipación de los pueblos, rebelión contra los apropiadores de soberanos

(GLV)