Fernando Lugo, el obispo que llegó a Presidente paraguayo y fue destituido por un desalojo

Por Canal26

Viernes 22 de Junio de 2012 - 00:00

Fernando Lugo, el ex obispo católico que hoy fue destituido de la Presidencia de Paraguay por el Senado debido al "mal desempeño de sus funciones", llegó al poder en 2008 tras una breve pero intensa campaña proselitista de sólo ocho meses.

Hoy, su fugaz carrera política, marcada por acusaciones de paternidad de niños que habría concebido cuando aún era obispo, cerró una etapa, quizás la más importante: la de Presidente de Paraguay, aunque no descarta continuar su lucha a favor de los pobres.

Su triunfo en 2008, junto al médico liberal Federico Franco, que este viernes lo sustituirá al frente del gobierno, marcó un hito histórico en este país sudamericano y en la región: puso fin a 61 años de gobierno consecutivo del Partido Colorado.

Este viernes, sin embargo, a sólo 14 meses del fin de su gestión, Lugo abandonará el Palacio Presidencial y la residencia oficial de Mburuvicha Roga (la casa del jefe, en guaraní) acompañado sólo por sus funcionarios más allegados y seguidores.

Una crisis política recurrente se agravó la pasada semana con la muerte de 17 personas durante el fallido desalojo de una hacienda ocupada por presuntos campesinos sin tierra y derivó este viernes en su destitución tras un juicio político que duró sólo 24 horas.

Lugo, quien como obispo fue un acérrimo defensor de los pobres y de la Teología de la Liberación, consolidó su liderazgo social en la empobrecida Diócesis de San Pedro Apóstol, donde su trabajo religioso estuvo enfocado a mejorar el bienestar del pueblo.

El creciente liderazgo social de Lugo y su influencia sobre los sectores más pobres de Paraguay pusieron en alerta a El Vaticano, que le advirtió que debía abandonar sus aspiraciones políticas y dedicarse en exclusiva a su labor pastoral.

Ante la insistencia de Lugo, la Iglesia católica emitió un decreto de suspensión "a divinis" que le impidió el ejercicio del ministerio sagrado, aunque El Vaticano decidió aceptar la renuncia del ex obispo luego del triunfo electoral.

El ex sacerdote, cuya familia fue perseguida por la dictadura de Alfredo Stroessner, nació hace 61 años en la pequeña localidad San Solano, del sureño departamento de Itapúa.

La madre de Lugo fue hermana de un caudillo del Partido Colorado, Epifanio Méndez Fleitas, quien hacia fines de la década de los 50 y tras presidir el Banco Central fue "marcado" por el dictador Alfredo Stroessner (1954-1989), que le envió al exilio.

La situación de Méndez Fleitas afectó a su familia, que a partir de entonces experimentó confinamientos y permanentes acosos de las autoridades, hasta que los padres del ex sacerdote debieron trasladarse a Argentina.

El hoy destituido presidente pudo, con dificultades, avanzar en su educación e instrucción a nivel primaria y secundaria, hasta recibirse como maestro rural, tras lo cual sintió la vocación religiosa, fue ordenado sacerdote y enviado a Ecuador.

El entonces religioso volvió a Paraguay después de cuatro años de trabajo en Ecuador y en su país ejerció su labor sacerdotal dentro de la Congregación del Verbo Divino vinculado a la educación y a la misión con sectores más pobres de la población.

En la década de 1980, el recuerdo de sus vínculos familiares con opositores al régimen le seguía creando problemas a Lugo, quien fue destinado a Roma por sus superiores para afinar sus estudios de filosofía, teología y sociología.

En 1994, en plena transición democrática tras la caída del dictador Stroessner en 1989, el Papa Juan Pablo II lo designó como obispo de la empobrecida Diócesis de San Pedro Apóstol, ubicada a unos 400 kilómetros al norte de la capital, lo que marcó su destino.

Allí pronto se convirtió en poderoso aliado de los campesinos "sintierras", a quienes alentó y trató de capacitar en su actividad agropecuaria productiva, aunque para ello también les impulsó a invadir latifundios de la región.

En enero de 2005, Lugo renunció como obispo de San Pedro con el argumento que su madre era anciana y estaba enferma, por lo cual necesitaba de sus cuidados, lo que nunca fue tomado como única razón de su alejamiento.

El ex obispo emérito de San Pedro volvió al Colegio del Verbo Divino en Asunción, donde ejerció la dirección educativa y empezó a dialogar con sectores sociales que le sedujeron para incursionar en política en busca del poder.

La figura de Lugo comenzó a crecer y a sumar el respaldo de las organizaciones sociales de izquierda, hasta que el religioso anunció en diciembre de 2006 su renuncia a la Iglesia católica para buscar la candidatura presidencial.