Julio Cobos, a 4 años de la 125: "No me arrepiento para nada de mi voto no positivo"

"Fue un momento duro difícil, en un país crispado. Más allá de las divisiones que había en el Senado y en Diputados, había grandes enfrentamientos a nivel social, rutas cortadas, mercados vacíos. Todos estaban pendientes de la decisión para destrabar ese conflicto", señaló Cobos en el inicio de la charla con Maximiliano Montenegro.

¿Usted no se arrepiente de ese voto no positivo?
No, para nada.

¿Desde esa madrugada del 17 de julio de 2008 nunca más volvió a hablar con Néstor y Cristina Kirchner?
Yo pedí hablar con la Presidenta y me atendió a la semana siguiente. No estaba sola, la acompañaba Randazzo y Sergio Massa. Hasta ahí llegó la relación. Aproveché esa oportunidad como si fuera la última para darle mi visión de lo que entendía que era la concertación y el federalismo.

¿Nunca consideró retirarse de la política?
Nunca.

¿Cómo ve la posibilidad de construir una alternativa opositora de acá a 2015, teniendo en cuenta que al radicalismo solo no le alcanza?
Fue una lástima en su momento que el radicalismo no cerrara un acuerdo con el socialismo. Hoy hay opositores pero no hay una oposición. Habrá que ver si para las elecciones legislativas de 2013 se busca un mayor consenso entre las fuerzas.

¿Cree que Macri puede acercarse al radicalismo en algún momento?
Macri es quizás la figura que aparece hoy junto a Binner y Alfonsín como una alternativa. Encabeza el conjunto de opositores pero tiene el problema de no tener presencia en todas las provincias. Conociendo al radicalismo, yo veo difícil un acercamiento. Lo veo más cercano a De Narváez.

¿Cómo ve los cruces de Cristina con Scioli y Moyano?
Cuando alguien quiere tomar una decisión propia, con ciertas aspiraciones, como el caso de Scioli, se le restringe la ayuda financiera. En el caso de Moyano, fue un aliado que construyó poder en forma conjunta con el Gobierno. Uno se apoyó en otro y Moyano lo supo aprovechar. Hoy tiene sus aspiraciones y mantiene sus reclamos, lo cual me parece bien. De todas formas, como en la política, me gustaría una cierta alternancia en el sindicalismo. Esta todo dividido y esto no es bueno para nadie.