Turistas chilenos viven una pesadilla en Malasia y podrían ser condenados a muerte

Los jóvenes están detenidos desde hace siete meses, acusados de homicidio.

Por Canal26

Sábado 5 de Mayo de 2018 - 19:00

Turistas chilenos - Malasia

Dos jóvenes chilenos que fueron de vacaciones a Malasia, llevan siete meses detenidos tras ser acusados de un homicidio con el que podrían ser condenados a la pena máxima, que es la horca. Sus familiares piden ayuda al Gobierno e insisten que ellos actuaron por defensa propia.

 

Felipe Osiadacz y Fernando Candia llevan más de siete meses detenidos en una cárcel de Kuala Lumpur y aseguran que el crimen del que se les acusa fue una muerte accidental.

 

Ambos jóvenes, junto con otro amigo, llegaron de vacaciones a Kuala Lumpur. “Fueron a un bar. Felipe regresó antes y esperó a sus amigos en el lobby del hotel porque no tenía la llave. Mientras Fernando regresaba al hotel, lo siguió un hombre hasta el interior del hostal, donde esperaba Felipe. El malayo “rompió un espejo y los atacó con los vidrios. Entre los dos lograron inmovilizarlo. Felipe de los pies y el amigo (Fernando) sentado en la espalda, mientras pedían al recepcionista que llamara a la policía”, detalla un familiar.

 

Tras aquel 4 de agosto, los jóvenes estuvieron detenidos 15 días en la estación de policía Dan Wangi, frente a su hotel.

 

Los padres manifestaron que “desde que fueron detenidos, han pasado nueve meses que han sido una verdadera pesadilla para ellos y nosotros; la distancia y las diferencias culturales lo hacen aún más difícil. La angustia, incertidumbre y temor nos han embargado de forma continua”.

 

Durante esos meses, los jóvenes estuvieron incomunicados y durmiendo en el suelo de la prisión de Sungai Buloh, una de las más grandes del continente asiático.

 

El próximo 29 de mayo podrían ser condenados a la horca. Pese a lo que puede connotar, cuatro personas han muerto por esta sanción y no es primera vez que la figura recae en latinoamericanos.

 

Pese a la modernidad que inspira el país, el potente conservadurismo religioso donde el Islam es el credo dominante, hace que el código penal se base en la sharia o ley islámica. El sexo fuera del matrimonio, beber alcohol y no ir a la mezquita, son delitos vigilados por la policía moral y que pueden ser castigados con latigazos.

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