Superfinal insegura: 1.500 policías no pudieron custodiar el micro que llevaba a Boca

"Estamos en condiciones de hacernos cargo de la seguridad del partido, si los clubes no quieren por cuestión de plata o entradas es cosa de ellos", había dicho la ministra de Seguridad. Las declaraciones se viralizaron tras los incidentes previo al encuentro.

Por Canal26

Sábado 24 de Noviembre de 2018 - 19:08

Incidentes micro de Boca - Superfinal Libertadores Cana 26

El operativo de seguridad que desplegaron policías federales y de la ciudad de Buenos Aires con el objetivo de custodiar la segunda y decisiva final de la Copa Libertadores de América entre River y Boca en el estadio Monumental de Núñez, terminó en fracaso.



Más de 1.500 agentes estaba previsto que tomaran parte en el dispositivo conjunto y sin embargo, no pudieron evitar que el ómnibus en el que llegaba el plantel de Boca a la cancha de River fuera atacado a pedradas y botellazos por simpatizantes del conjunto "millonario".



Los ministros de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y de la Ciudad, Martín Ocampo, son los máximos responsables de este fallido operativo de prevención y control.



El bochornoso incidente con el ómnibus "xeneize" se produjo hacia las 15:00 en el cruce de las avenidas Del Libertador y Lidoro Quinteros, a unas cinco cuadras del estadio Monumental, donde decenas de hinchas de River se encontraban en el momento en el que el micro de Boca pasó por allí escoltado por policías.



Varias ventanillas del ómnibus se rompieron, incluyendo la del conductor, e inmediatamente después del ataque, de acuerdo con el dirigente de Boca César Martucci, efectivos policiales arrojaron gas pimienta en un intento de dispersar a los agresores.



Pero como esos cristales del micro estaban rotos, los gases lacrimógenos ingresaron al ómnibus y afectaron al plantel de Boca, en especial, a los jugadores Pablo Pérez, Carlos Tevez, Darío Benedetto, Agustín Almendra y Gonzalo Lamardo, entre otros. Pérez y Lamardo, incluso, sufrieron lesiones en los ojos.


Luego, la Policía, incapaz de evitar que numerosos hinchas de River se acerquen hasta apenas metros del micro boquense en el tramo final desde su recorrido desde su concentración, en un hotel del barrio porteño de Puerto Madero, hasta el estadio Monumental, intentó dispersar con balas de goma a simpatizantes "millonarios" en el cruce de las avenidas Del Libertador y Udaondo, cerca del lugar del ataque.



El incidente, que forzó la postergación del partido, terminó convirtiéndose en un bochorno de alcance global, debido a la inusitada expectativa que generó en el mundo entero este duelo copero entre River y Boca aquí en Sudamérica.



Incluso el presidente de la FIFA, el italiano Gianni Infantino, se encontraba este sábado por la tarde en el estadio de River, tras haber viajado a Buenos Aires especialmente para asistir a esta final de la Copa Libertadores de América.

 


Tras los incidentes registrados en las inmediaciones del Monumental, donde el micro de Boca fue agredido, se dieron a conocer declaraciones de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, donde daba por sentado que las condiciones de seguridad estaban dadas para la Superfinal: "Si tenemos un G-20 ¿No vamos a dominar un River - Boca?", dijo la funcionaria del gobierno de Mauricio Macri.


El meme circuló por grupos de WhatsApp y redes sociales. Fue un dicho textual de la titular de la cartera de Seguridad del 5 de noviembre último. Por entonces, se debatía la posibilidad de jugar con público visitante el 11 de noviembre en La Bombonera y el 24 en el “Monumental”.

 


“La Argentina parece el mundo del revés, cuando el Presidente me pregunta a mi si creemos que están dadas las condiciones para que haya hinchas y decimos que sí, atacan al Presidente. Estamos en condiciones de hacernos cargo de la seguridad del partido, si los clubes no quieren por cuestión de plata o entradas es cosa de ellos", dijo Bullrich.

 


Este sábado, cuando el micro de Boca llegaba al estadio “Antonio Vespucio Liberti”, un grupo de hinchas de River atacó con piedrazos al vehículo. La policía los dispersó con gas pimienta y afectó al plantel Xeneize. Pablo Pérez y el juvenil Lamardo debieron ser hospitalizados.

 

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