La dura infancia de Karina "La Princesita"

El relato desgarrador de la violencia de género que se vivía en su casa cuando era pequeña.

Por Canal26

Martes 7 de Mayo de 2019 - 11:09

La dura infancia de Karina

Luego de su debut en el "Súper Bailando", Karina "La Princesita" volvío a ser foco de los medios y contó que si bien esta pasando por uno de sus mejores momento, recordó que no todo fue siempre fue color de rosas.

 

 La cantante tropical confesó que vivió una dura infancia debido a la violencia en su familia. "No fue una infancia fácil porque en casa había mucha violencia doméstica. Prefiero no ahondar pero fue muchísima y gravísima"

"Intuyo que parte de ser tan tímida se debe a eso. Crecí con mucha vergüenza. Compañeros míos de colegio fueron testigos de algunas situaciones, quizás entraba mi papá como loco a decirnos cosas graves o muchas veces mi mamá después de ser golpeada, entraba toda ensangrentada a buscarnos al colegio. Eso me provocaba mucha vergüenza"

 

Otra cosa que le afectaba era que nunca pudo tener una casa: "Mi mamá trabajaba todo el día y con lo que ganaba, solo le alcanzaba para alquilar una piecita chiquita, donde vivíamos con mi mamá y mi hermano. Ahí adentro estaban las camas, una cocina chiquitita y el baño. Eso me daba vergüenza, siempre ocultaba dónde vivía y decía que mi casa era la que estaba al lado«, manifestó.

Recuerda que había mucha violencia en su casa, cuando llegaba su papá de trabajar era un caos, contó Karina  “Hasta que mi mamá se cansó y nos escapamos. Mi papá no tomaba alcohol y no era adicto a nada”.

 

En una entrevista le consultaron si había perdonado a su padre, Karina contestó con un dudoso “sí” y se autoconvenció mirando a cámara: “Hay que perdonar”.

Karina volvió a vivir un episodio de violencia que tuvo lugar en la celebración de Año Nuevo, cuando su hermano agredió a su madre y a ella. Lo filmó y compartió en las redes, aunque luego se arrepindió y lo borro.

 

La dura infancia de Karina

"Está todo bien. Entre familia es normal que haya problemas, aunque no justifico nunca la violencia. Hay que aprender a aceptar al otro, ayudarse".

"Todavía igual no pude tener una charla con él a solas y aclarar las cosas. Lo vi en el velatorio cuando falleció mi abuela y él hacía chistes sobre lo del verano pero lo importante es que reconoció su error", concluyó.

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