Lucha contra las pajitas de plástico: prohibidas en Washington, donde se crearon

Desde esta semana no pueden utilizarse en la ciudad estadounidense de Washington. Allí fueron patentadas en el año 1888.

Por Canal26

Martes 2 de Julio de 2019 - 19:58

Pajitas de plástico

La guerra contra las pajitas de plástico avanza y es imparable. Todo se da como consecuencia de la contaminación que provocan en ríos y mares que generan. Ya habían sido prohibidas en diferentes ciudades del mundo, entre ellas Buenos Aires y distritos del GBA.

 

Pero ahora ha comenzado una nueva batalla de esa guerra. Es que desde ahora también están prohibidas en la ciudad estadounidense de Washington.

 

El dato no es menor, ya que no son muchos quienes saben que la versión moderna de este elemento fue patentado justamente en la capital estadounidense en el año 1888 por Marvin C. Stone, quien se mostró molesto por los cilindros usados con anterioridad y hechos de centeno. Lo curioso es que las pajitas plásticas terminan siendo prohibidas en el mismo lugar en donde fueron creadas hace ya 130 años.

 

Inicialmente eran de papel sobre el que se le ponía una capa de cera. Con el tiempo fueron reemplazados por plástico y su uso se extendió de inmediato por todo el país a partir de las décadas de 1950 y 1960.

 

Así que no es de extrañar que la ciudad en que se inventó, donde viven más de 700.000 personas y tiene su sede el Gobierno federal estadounidense, decida ahora decretar su supresión.

 

Es la segunda gran ciudad norteamericana en prohibir las pajitas de plástico, luego de que Seattle (estado de Washington) también lo hiciera en 2018.

 

"Se ha convertido en estándar que lleguemos a un restaurante y uno ni siquiera tenga que decir nada. A cualquier líquido se le pone inmediatamente una pajita de plástico. Y la gente ha comenzado a preguntarse qué hago con un plástico que no he pedido", comentó Tommy Wells, director del Departamento de Energía y Medioambiente del Distrito de Columbia, donde está ubicada Washington.

 

Wells destacó también que son "por definición objetos de un solo uso, nadie los guarda para ser reutilizados" y que "su pequeño tamaño hace excesivamente costoso su reciclaje" por lo que la mayoría acaba en los ríos y mares.

 

Pajitas de plástico, basura

 

Solo en Estados Unidos, se utilizan más de 500 millones de sorbetes diariamente, y la idea es dar pelea a la avalancha mundial de plásticos que amenaza la salubridad del planeta.

 

La encargada de supervisar el programa en la ciudad, Katherine Antos, dijo que esta medida es "solo uno de los elementos del esfuerzo integral y que busca liderar al país para acabar con los plásticos de un solo uso".

 

El Gobierno de Washington ofreció un periodo de transición de seis meses, que concluyó este lunes, por lo que a partir de ahora los negocios que no ofrezcan alternativas de papel, paja o aluminio podrán ser multados, con sanciones de entre 100 y 800 dólares.

 

Por su parte, Dan Simons, copropietario del restaurante Founding Fathers y uno de los impulsores de la propuesta, aseveró que el objetivo es crear "conciencia pública" de manera que sea "el propio público quien haga de difusor y diga: 'Sí, no me hace falta. Quédese con ella".

 

La iniciativa, no obstante, ha generado quejas por parte de los consumidores en Washington porque consideran que los materiales reciclables empleados, especialmente el papel y el cartón, no son muy funcionales.

 

En Mi Casita Bakery, un restaurante mexicano-salvadoreño en el barrio de Columbia Heights, con un importante porcentaje de población latina, ya tienen pajitas de papel.

 

Alberto Vásquez, encargado del negocio, indicó que han estado explicando a los clientes el cambio durante los últimos meses para que no los agarre por sorpresa.

 

"Es un proceso que hemos tenido, más de seis meses, más que todo es la clientela la que se va adaptando. No están muy acostumbrados a usar los orgánicos, que son de papel. Ellos tienen que entender que viene del Distrito y se trata de ayudar a la ecología", dijo Vásquez.

 

El comerciante remarcó que es "una buena medida" porque muchos de esos residuos "van al río" y restó importancia a los nuevos materiales.

 

"El cartón al mojarse da un saborcito diferente, pero no es nada del otro mundo", dijo.

 

Entre sus clientes se encontraba Javier Sandoval, de origen mexicano y con más de 30 años en el país, quien probó por primera vez estas pajitas en el establecimiento acompañando una soda con un pedido de guacamole.

 

"He estado en Texas, Virginia, en Carolina del Norte, no lo he visto. Está bien por la contaminación, cuanto menos contaminante mejor. Pero debería ser más eficaz, como usted puede comprobar, se deshace", sostuvo al expresar sus dudas sobre la viabilidad de los nuevos pitillos.

 

"Lo que tienen que chequear es que no haya autos viejos que echen humos, que la gente separe la basura orgánica e inorgánica. ¿De qué sirve que tenga una pajita de cartón y se vaya luego a Virginia en auto?", agregó Sandoval.

Notas relacionadas