Un diseñador fue víctima de un violento ataque homofóbico

Se llama Franco Ruiz, tiene 40 años y vive en Chaco. El sábado a la madrugada, al salir de una fiesta, fue brutalmente golpeado por una patota de jóvenes que le desfiguraron el rostro.

Por Canal26

Martes 3 de Marzo de 2020 - 14:18

Franco Ruiz diseñadorFranco Ruiz brutalmente golpeado por una patota.

En su cuenta de Facebook el diseñador Franco Ruiz dijo: “Basta de odio y de violencia”. A su extenso descargo, le sumó una imagen de su rostro completamente desfigurado. La publicación llegó al periodista y activista LGTB Franco Torchia quien la compartió en su cuenta de Twitter. En pocos minutos, el posteo se viralizó. “No me imaginé que podía tener semejante alcance. En realidad yo publiqué eso para que a nadie más le pase algo así. Dos patadas más en la cabeza y no estábamos hablando”, dijo.

 

El episodio que denunció a través de sus redes sociales sucedió durante la madrugada del sábado 29 de febrero. Ruiz y su pareja fueron a la fiesta de 15 de la hija de una amiga en el Centro de Empleados de Comercio, ubicado sobre la calle Mitre 266. Según su relato, todo transcurría de manera agradable y divertida hasta que, después de cenar, él y su novio salieron a fumar a la vereda. “Ahí había un grupo de jovencitos que estaban intentando entrar a la fiesta a la que no habían sido invitados. En ese momento, me miraron mal, pero yo se lo atribuí a mi look que es un tanto particular para lo conservadora que es la sociedad acá", dijo.

 

Acerca de la vestimenta que llevaba la noche de la fiesta, Ruiz especifica: “Tenía puestos unos pantalones de satín, una camisa italiana y una chalina. Eso sin mencionar el color de mi cabello: una cresta rosa con los laterales en tono plata”. En un momento de la noche, la recepcionista del salón se retiró del lugar y este grupo de jóvenes aprovechó para “colarse” en la fiesta. Ahí, cuenta Ruiz en su posteo de Facebook, “la cosa se puso mucho más incómoda e irrespetuosa”.” “Las dos o tres veces que fui al baño ellos ingresaron atrás mío y, al ver que no usaba el mingitorio, comenzaron a patear la puerta preguntándome si yo era ‘puto’", explicó.

 

Aunque él se lo comentó a su pareja, este no le dio tanta relevancia. “Pensó que los chicos estaban alcoholizados”, dice Ruiz. Sin embargo al momento de retirarse, pasadas las 5 AM, uno de los jóvenes le arrancó a Ruiz un rosario que le había regalado su madre y que llevaba colgando del cuello. “Cuando sentí el tirón empecé a correr atrás de él. Lo seguí unas dos cuadras, hasta que sentí dos golpes muy fuertes en la cabeza y en la espalda que me dejaron tirado en la vereda casi inconsciente”, cuenta.

 

En Facebook, vuelve a hacer énfasis en la educación que los padres les dan a sus hijos: “No los eduquen con tanto odio, homofobia, violencia y resentimiento. Gracias a Dios yo pude sobrevivir a esta nefasta y brutal experiencia de violencia, pero es sabido que nadie esta exento de ser asesinado por los hijos del odio”.

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