Coronavirus: la técnica experimental que diagnostica COVID-19 en sólo en 40 minutos

Investigadores de EE UU están desarrollando un test rápido para tener mayores precisiones en tiempos de pandemia. Conocé todos los detalles en la nota.

Por Canal26

Miércoles 22 de Abril de 2020 - 10:42

Coronavirus en el mundo, REUTERSCoronavirus en el mundo, REUTERS

Investigadores de EE.UU. están desarrollando un test rápido para el coronavirus que puede diagnosticar una infección en unos 40 minutos. La nueva tecnología es aún experimental y se basa en la revolucionaria técnica de edición genética CRISPR.

 

Este sistema funciona como un editor de textos que permite modificar el material genético —ADN— de cualquier ser vivo. La técnica fue creada en 2011 por la estadounidense Jennifer Doudna y la francesa Emmanuelle Charpentier y ha supuesto una revolución sin precedentes en la investigación básica.

 

Poco a poco también se abre paso en el tratamiento experimental de algunas enfermedades, incluido el cáncer. Lo que ahora demuestra un equipo de la Universidad de California en San Francisco usando la idea original de Doudna es que esta poderosa herramienta también puede aplicarse al material genético del nuevo coronavirus, hecho de ARN.

 Nuevo test de coronavirus de Estados Unidos

“Esta tecnología es muy interesante porque permitiría desarrollar un test que cualquiera podría hacer en su casa de forma muy rápida”, explica a este diario Jennifer Doudna, investigadora de la Universidad de California en Berkeley. “Esto podría informar de una infección, especialmente en los casos asintomáticos”, resalta.

 

El ARN es la molécula intermediaria que lee las instrucciones escritas en el ADN y las convierte en proteínas, las moléculas ejecutoras de las funciones vitales. Todos los seres vivos, desde las bacterias microscópicas a las descomunales ballenas azules necesitan ADN para vivir y reproducirse.

 

La estrategia del coronavirus es colarse en medio de este proceso y convencer a nuestras células de que no es un advenedizo. Esto le permite usar la maquinaria celular para producir copias de sí mismo. Nuestro genoma está almacenado en una espiral formada por dos larguísimas tiras de ADN que se abrochan una en otra como una cremallera. El coronavirus en cambio está hecho de una sola tira de ARN y este es el punto débil que ha aprovechado el equipo estadounidense.

 

CRISPR se inspira en el sistema inmune de algunos microbios descubiertos por el español Francis Mojica en 1993 cuando estudiaba seres unicelulares de las salinas de Santa Pola (Alicante). Estos organismos guardan en su genoma de ADN fragmentos del genoma de los virus con los que se van encontrando a lo largo de su vida. Cuando el virus reaparece, la bacteria lo identifica y activa una proteína conocida como Cas que corta el genoma del virus en dos y lo mata.

 

Lo que ha hecho el equipo de San Francisco es crear una molécula de CRISPR que contiene cuatro elementos: la secuencia genética de dos genes del nuevo coronavirus que sirven de guía, la proteína Cas 12 que hace de tijera y un tercer fragmento de ADN fluorescente, según han publicado en Nature Biotechnology.

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