Córdoba: así fueron las últimas horas de la mujer asfixiada y calcinada en un basural

La víctima se llamaba Beatriz Karina Bustos, de 42 años. Su cuerpo completamente carbonizado fue hallado en Villa Martínez. LOS DETALLES DEL CRIMEN.

Por Canal26

Jueves 14 de Mayo de 2020 - 12:10

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Esta semana apareció un cadáver calcinado en Córdoba. Fue encontrado dentro de un baúl en un basural en Villa Martínez, al oeste de la capital. Se trata de una mujer, brutalmente asesinada por su amante, quien confesó el femicidio cuando quedó detenido.

 

El hecho había comenzado el último domingo al anochecer cuando Beatriz Karina Bustos, de 42 años, fue estrangulada por Fernando Coronel, de 40 años, con quien mantenía una relación sentimental extramatrimonial desde hace tiempo. Luego de una discusión en el departamento de la víctima, ubicado en 27 de Abril y Artigas, en Alto Alberdi se produjo la muerte de la mujer.

 

Los investigadores establecieron que Coronel compró una especie de baúl de madera al día siguiente del crimen y que ahí escondió el cadáver de su amante para luego bajarlo por el ascensor del edificio minutos antes de las 19 de ese lunes.

 

En la oscuridad, con el baúl en la parte trasera de su auto, pasó por la casa de quien sería un expendedor de drogas al menudeo del que Coronel era cliente usual. Antes, frenó en una estación de servicios y compró dos bidones con nafta.

 

¿Cómo se enteró la policía? Fue este "dealer" quien terminó de guiarlos hacia Coronel, ya que le contó a un amigo que el femicida lo había llevado al extenso basural a cielo abierto emplazado en un predio del Ejército, ubicado en Aviador Valenti y Sargento Gómez, Villa Martínez, bajo la promesa de "tirarle unos pesos" para que lo ayudara a tirar ahí y quemar un baúl de madera donde supuestamente llevaba "un perro muerto".

 

Cerca de las 9 del martes, vecinos encontraron el cuerpo de Bustos, irreconocible por el daño del fuego. Si bien las primeras precisiones indicaban que se trataba de una joven de entre 10 y 13 años, el análisis de ADN permitió confirmar que se trataba de una mujer mucho mayor.

 

Ese dato permitió registrar las diferentes cámaras de seguridad apostadas en las inmediaciones del edificio donde vivía Bustos. Y así los investigadores observaron cómo Coronel, con el barbijo obligatorio colocado, sacaba en la tarde del lunes un pesado baúl del ascensor para luego cargarlo en su auto.

 

Cuando el amigo del "dealer" se enteró que en ese predio habían encontrado el cadáver calcinado, este hombre no tuvo dudas de que todo se trataba de la misma historia. Pero no fue a la Policía ni a la Justicia. Su amigo le contó a otro, y así el dato llegó a oídos de los investigadores policiales.

 

Esa misma noche, el cómplice quedó detenido e imputado por encubrimiento, pese a que no dejó de repetir que él siempre había creído que se trataba de un “perro muerto”. No tardó en señalar a Coronel como el autor del crimen.

 

Así el femicida fue detenido en su domicilio, en el barrio Carrara de Horizonte, en el sudoeste capitalino, donde vive con otra pareja. Mientras el acusado era trasladado al Establecimiento Penitenciario N° 9, de barrio Cáceres, alcanzó a decirle a la policía que él la había matado, que todo ocurrió en medio de una discusión “que se le fue de las manos” en la que la estranguló, según revelaron fuentes policiales al diario La Voz.

 

Pese a que esta “supuesta” confesión no tiene ningún valor legal, los investigadores aseguraron que no hace falta buscar a nadie más, que el caso fue esclarecido.

 

Coronel, quien se dedicaba a brindar servicios de catering, fue acusado de homicidio calificado y femicidio, y el fiscal Ernesto de Aragón dispuso que toda la causa pasara a manos de su par de Violencia Familiar, Cristian Griffi.

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