¿Qué es y cuál es el tratamiento del hematoma subdural que le diagnosticaron a Ginés González García?

El ministro de Salud acudió al Sanatorio Otamendi tras un adormecimiento en su brazo izquierdo y le realizaron una serie de chequeos para determinar su diagnóstico. Conocé todos los detalles en la nota.

Por Canal26

Jueves 28 de Mayo de 2020 - 09:23

Ginés González García, AGENCIA NAGinés González García, AGENCIA NA

El ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, fue internado por un hematoma subdural en la zona intracraneal, que significa una acumulación de sangre que no presenta secuelas neurológicas graves siempre y cuando sea tratado en forma rápida y eficaz, según señalaron especialistas.

 

El tratamiento puede requerir solo un monitoreo rutinario o una intervención quirúrgica, dependiendo del tamaño y la cantidad de líquido acumulada.

 

Los hematomas subdurales se forman como consecuencia de una rotura de pequeñas venas entre el cráneo y el cerebro, más específicamente debajo de una de las cubiertas de las meninges que se llama duramadre, y generalmente son causados por traumatismos, ya sea en forma inmediata o paulatina.

 

Estos hematomas en los adultos mayores pueden ser generados por traumatismos menores como una caída o golpes en la cabeza.

 

Hay dos tipos de hematomas subdurales: agudos, cuando se producen en el momento del traumatismo, como un golpe en el cráneo como cuando se sufre un accidente de tránsito; o crónicos, cuando la sangre comienza a acumularse lentamente y a lo largo del tiempo, producto de algún golpe mínimo o incluso sin un origen distinguible.

 

Los síntomas pueden ser muchos, como por ejemplo falta de fuerza o adormecimiento en el brazo o la pierna opuesta al lado donde se formó el hematoma.

 

También puede presentarse con problemas de memoria e inestabilidad para caminar.

 

Es difícil de diagnosticar porque los síntomas o consecuencias pueden hacer pensar en muchas otras patologías.

 

Estos hematomas son diagnosticados con una tomografía o resonancia, y según el espesor que tenga, será el tipo de tratamiento que requiera: si son menores a los 2 centímetros de grosor solo requieren de un control periódico para evaluar que no crezcan y no se operan, ya que los glóbulos rojos de la sangre se van destruyendo y finalmente queda un líquido inofensivo.

 

Pero si el hematoma es mayor a dos centímetros o sigue aumentando de espesor puede generar empeoramiento de los síntomas y el paciente necesitará de una operación, cuya complejidad dependerá de si se ha formado un tabique o se complica la evacuación de la sangre.

 

La recuperación y rehabilitación de los pacientes que sufren esta patología suele ser rápida, incluso si se somete a una operación.

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