Brasil: aprueban proceso de juicio político contra el gobernador de Río

El gobernador dijo haber recibido la decisión del Poder Legislativo estadual "con espíritu democrático y resiliencia", según un comunicado en el que volvió a rechazar todas las acusaciones.

Por Canal26

Jueves 11 de Junio de 2020 - 07:35

Gobernador de Rio de Janeiro, BrasilWilson Witzel.

En medio de una profundización de la pandemia, la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro, uno de los estado más golpeados de Brasil por el coronavirus, aprobó hoy por unanimidad la apertura de un proceso de juicio político contra el gobernador Wilson Witzel por varias causas de corrupción vinculadas a la gestión de la crisis sanitaria.



El gobernador dijo haber recibido la decisión del Poder Legislativo estadual "con espíritu democrático y resiliencia", según un comunicado en el que volvió a rechazar todas las acusaciones.



“Estoy absolutamente tranquilo sobre mi inocencia; fui electo teniendo como pilar el combate a la corrupción y no abandoné en ningún momento esa bandera", remarcó Witzel, que pertenece al Partido Social Cristiano (PSC), la agrupación en la que el presidente Jair Bolsonaro y sus hijos militaron hasta 2018, cuando pasaron al Partido Social Liberal (PSL).



“Voy a seguir en mis funciones como gobernador y me prepararé para la defensa; tengo certeza de que los parlamentarios juzgarán los hechos como verdaderamente ocurrieron”, concluyó, según el portal de noticias de Globo, G1.



Con 69 de los votos a favor -un legislador no estuvo presente-, la cámara aprobó iniciar un proceso de juicio político por el "crimen de responsabilidad" en varias causas de corrupción, según presentaron dos legisladores del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Luiz Paulo y Lúcia Helena Pinto de Barros, más conocida como Lucinha.



Según informó el presidente de la asamblea, el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) André Ceciliano, se investigará la responsabilidad del gobernador en la compra con sobreprecios de respiradores para enfrentar a la demanda generada por la pandemia de coronavirus y la licitación bajo investigación de la construcción de hospitales de campaña con el mismo propósito.


Además, está sospechado de haber negociado con el empresario Mário Peixoto la creación de la organización social Instituto Unir Saúde para conseguir contratos de la Secretaria de Salud entre 2018 y 2019, hasta que la organización social fue descalificada por el propio Estado.



Según una investigación en curso, el Instituto Unir Saúde consiguió contratos por más de 180 millones de reales, equivalentes a 36 millones de dólares.



En medio de esta crisis política, que se suma a la que hace semanas se vive en Brasil con el gobierno federal de Bolsonaro, la pandemia sigue haciendo estragos en Brasil, con 772.416 casos confirmados (32.913 en las últimas 24 horas) y 39.680 muertes (1.274 nuevas), informó esta noche el Ministerio de Salud.


Pese al aumento diario y rápido de estas cifras, Bolsonaro volvió a atacar hoy a la Organización Mundial de la Salud (OMS).



Esta vez la acusó de desarrollar un plan para "quebrar" la economía brasileña al recomendar la cuarentena como método para frenar el avance del coronavirus, un día después de que el Congreso aprobara el uso obligatorio del tapabocas en todo el país, en un intento por frenar el peor brote de América Latina y el segundo del mundo, detrás solo de Estados Unidos.



Durante el tradicional saludo a sus simpatizantes reunidos a las afueras de la residencia presidencial, Bolsonaro insinúo esta mañana que "hay algo detrás del respaldo a la cuarentena" de la OMS y sugirió que "quiere quebrar a los países", reportó la agencia de noticias ANSA.



"Hay una enorme cantidad de problemas económicos, se va a llegar a un punto en el que Brasil va a quebrar", afirmó el mandatario tras escuchar las penurias económicas manifestadas por sus seguidores.



En un guiño a su homólogo estadounidense Donald Trump, Bolsonaro volvió a amenazar ayer con abandonar la agencia sanitaria de Naciones Unidas, a la que criticó en reiteradas ocasiones por su gestión "ideológica" y "pro China" de la crisis sanitaria.



Desde el inicio de la pandemia, el gobernante minimizó la gravedad de la enfermedad, a la que calificó de "gripecita", rechazó las cuarentenas para priorizar la economía -que igual se desplomó- y hasta desestimó las medidas de distanciamiento social que recomendaba su propio gobierno.


Esta actitud hizo que su gestión de la pandemia fuese mundialmente criticada, y a ella se atribuye en gran parte que Brasil sea el segundo país con más muertes en el mundo, más de 38.000, solo por detrás de Estados Unidos.



Pese a esta situación alarmante, Bolsonaro volvió a considerar hoy que el aislamiento es más pernicioso que la pandemia, al provocar una crisis económica por la cual "mucha gente está muriendo de hambre, de depresión, por homicidios".



En ese sentido, criticó una vez más a los gobernadores que siguen "ciegamente" las recomendaciones de la OMS y rechazan sus llamados a la reapertura económica.



Como parte de un nuevo pulso con los dirigentes estatales, la residencia y el despacho del gobernador del estado amazónico de Pará, Hélder Barbalho, fueron registrados hoy por la Policía Federal brasileña en el marco de una investigación por irregularidades en una compra de respiradores para pacientes de Covid-19 por más de 10 millones de dólares.



Sin embargo, Barbalho, quien estuvo enfermo de coronavirus pero ya se recuperó, rechazó en sus redes sociales las acusaciones y dijo que actuó "a tiempo" para evitar "daños al erario público".



El gobernador de Pará, uno de los estados más afectados por la pandemia en el país, es el segundo en ser investigado por las autoridades federales por supuesto fraude en su gestión de la pandemia.



El pasado 26 de mayo, la residencia del gobernador de Río de Janeiro, Witzel, también fue registrada en el marco de una de las investigaciones que hoy terminó por forzar la apertura de un juicio político en el parlamento estadual.

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