Deuda: duro comunicado y enojo de acreedores en plena negociación con el Gobierno

El grupo de bonistas AdHoc expresó que su contraoferta era lo suficientemente buena como para cerrar las negociaciones con el Gobierno argentino. Amenazan con una denuncia.

Por Canal26

Jueves 18 de Junio de 2020 - 10:51

Martín Guzmán y Alberto Fernández, Larry Fink, CEO de BlackRock, deudaAlberto Fernández y Martín Guzmán, Larry Fink, CEO de BlackRock.

Una vez que se levantó la cláusula de confidencialidad sobre la negociación de deuda, los bonistas criticaron la forma en que el Gobierno lleva adelante las negociaciones por la deuda.

 

El grupo de bonistas "Ad Hoc", que incluye a los fondos Fidelity, AllianceBernstein y BlackRock, distribuyó un comunicado en el que sostiene que, debido al fracaso en las conversaciones, estaba analizando "todos los derechos y recursos disponibles".

 

El vencimiento de la invitación está programado para el viernes 19 de junio, si bien el gobierno no descartó la posibilidad de poder ampliar nuevamente ese plazo.

 

Por el lado de los acreedores, el grupo denominado Ad Hoc Bondholder Group dijo que "la Argentina rechazó una sostenible y sensata solución".

 

El grupo Ad Hoc -en un comunicado- afirmó que "dado el fracaso de las negociaciones de los tenedores de bonos, nuestro Grupo ahora está considerando todos los derechos y recursos disponibles en nuestro capacidad como fiduciarios para los millones de ahorradores que servimos alrededor del mundo".

 

El documento de Ad Hoc sostiene que "nuestra última y mejorada propuesta proporciona un amplio espacio fiscal para que Argentina implemente políticas responsables para abordar los desafíos económicos y sociales inmediatos que enfrenta Argentina, incluso en respuesta a la crisis de Covid-19, mientras que al mismo tiempo se preserva el derecho para los tenedores de bonos internacionales".

 

Según este grupo, la última oferta de Ad Hoc "proporcionó un alivio de unos 38 mil millones de dólares de flujo de efectivo, durante un período de 9 años, al tiempo que proporcionó otro alivio adicional de 23 mil millones de dólares de alivio de efectivo entre 2020-2023".

 

De acuerdo con el comunicado de Ad Hoc, la oferta incluyó reducciones de cupones con un promedio de 42%.

 

El grupo destacó también que "con los nuevos bonos emitidos bajo nuestra nueva propuesta se han extendido vencimientos en comparación con el stock de deuda existente, con un promedio de vencimientos de 12,7 años y sin pagos de amortización hasta 2025".

 

Otro grupo, en este caso el compuesto por ACC, Gramercy, Fintech y Oaktree - denominado "Grupo de titulares de bonos" o "BG"- dijo que su oferta "cumple con el marco de sostenibilidad de la deuda de Argentina".

 

Según BG, su oferta "utiliza los mismos bonos de salida que en la propuesta de Argentina y reduce el recorte al 1% en bonos globales y establece fechas de pago en enero y julio de cada año para todas las categorías de bonos".

 

Para los tenedores que acepten la oferta en primera instancia habrá incentivos como el acceso al primer bono de salida con vencimiento en 2030, una tarifa de incentivo adicional y un instrumento de recuperación de valor (VIR) equivalente a un cupón móvil atado al exceso de las exportaciones en un período de 5 años, tomando como base un monto exportado de 47.000 millones de dólares para 2020, ajustado al 1% anual.

 

Alberto Fernández aseguró que la Argentina está "haciendo un enorme esfuerzo" para poder acordar con los bonistas, pero advirtió que "algunos acreedores tomaron una actitud de dureza que no se entiende".

 

"Haremos todo lo que tengamos que hacer, en la medida que eso no signifique un mayor esfuerzo para los argentinos", consideró el mandatario.

 

Fernández aseguró que "esta Argentina que cada tantos años cae en default no me gusta, las dos veces que estuve en el Gobierno recibí un país defolteado".

 

Según analistas internacionales, la Argentina fue "tan lejos como pudo pero los acreedores quieren más" y agregó que el cupón ligado a las exportaciones del país no alcanzaron para satisfacer a los bonistas.

 

"Los acreedores vieron los cupones como un beneficio, pero no como una herramienta lo suficientemente fuerte como para cerrar la brecha", explicó.

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