Criminal de guerra oculto en Argentina: el día que Juan Mahler "recordó" que era el nazi Reinhard Kopps

En 1994, el nazi Reinhard Kopps apeló a una extraña memoria selectiva frente las cámaras de televisión. Fue así como uno de los responsables de organizar la "Ruta de las ratas" para que muchos otros nazis escaparan hacia la Argentina, se atrevió a negar lo innegable. Mirá el video.

Por Canal26

Viernes 25 de Diciembre de 2020 - 15:22

Reinhard Kopps, Juan Mahler, nazis, nazismo, nazis en Argentina	El nazi Reinhard Kopps, alias Juan Mahler.

Por Marcelo García.*

Durante los días de la Segunda Guerra Mundial, Reinhard Kopps fue un alto oficial de las SS, un entusisata defensor de las ideas radicales del Partido Nazi. Sin embargo, los servicios prestados para su amada Alemania no se limitaron a eso, y tras la derrota del régimen de Adolf Hitler en el conflicto bélico, ayudó a miles de otros nazis a escapar con rumbo a la Argentina, hacia donde él también huyó. Nada hubiese sido posible sin la inestimable participación del Vaticano, al amparo del Papa Pío XII y la activa participación del obispo Alois Hudal.

Austríaco de nacimiento y residente en Roma, durante 30 años Hudal fue rector del seminario alemán de Santa Maria dell'Anima en la capital italiana y, hasta 1937, un influyente representante de la Iglesia austríaca. En su libro de 1937, titulado "Los fundamentos del nacionalsocialismo", Hudal elogió abiertamente a Adolf Hitler y todas sus políticas.

Después de la Segunda Guerra Mundial, este religioso antisemita fue uno de los artífices de la "Ratline" (Ruta de las Ratas), que permitió a importantes nazis alemanes (mayoritariamente) y otros exoficiales y líderes políticos del Eje, entre ellos muchos criminales de guerra, escapar de los juicios por crímenes de lesa humanidad.

Para Hudal, dentro del bando nazi, su principal contacto era justamente Reihard Kopps, quien tuvo el camino allanado para darle protección a nazis fugitivos, gracias a la red desplegada por el General Juan Domingo Perón, presidente de la Argentina desde 1946, y su esposa Eva Duarte de Perón, quien se encargó personalmente de establecer puestos de emigración hacia la Patria Justicialista en lugares como Génova (Italia) y Berna (Suiza) durante su viaje por Europa en 1947.

Al igual que tantos otros, Kopps logró establecerse tranquilamente en la ciudad de Bariloche, en la provincia de Río Negro, en la Patagonia Argentina. En 1952, la embajada alemana en Buenos Aires le otorgó un salvador cambio de identidad y desde entonces fue conocido por la comunidad local bajo el nombre falso de Juan Mahler.

Para Mahler, todo daba la sensación de transitar por carriles normales hasta que, en 1994, la paz de la comunidad alemana (sobre todo la de los nazis) se quebró de manera definitiva, cuando la cadena televisiva estadounidense ABC envió a Bariloche al periodista Sam Donaldson, quien viajó siguiendo el rastro de nazis fugitivos. Pero jamás imaginó lo que estaba a punto de descubrir.

Donaldson esperó pacientemente en la vereda de una casa que le habían marcado como perteneciente a un alto exoficial de las SS. El dato era cierto. Se trataba de Reinhard Kopps.

Cuando el nazi salió de la morada, se topó con la incómoda pregunta de Donaldson: "¿Es usted Reinhard Kopps?"

La inmediata reacción del entrevistado, no sin antes tratar de evitar el momento, fue la de poner cara "de nada" y negar. Simplemente, negar. Esto no era extraño entre los nazis en fuga, y motivos no les faltaban. De hecho, la negación es un mecanismo de defensa con el que se enfrentan los conflictos negando su existencia o su relación, o incluso su relevancia con el sujeto. Se rechazan todos y cada uno de los aspectos de la realidad que se consideran desagradables. En este caso -además- incómodos, perturbadores y ciertamente criminales.

Los corresponsales de ABC lograron finalmente una de las confesiones más extrañas de la historia tras mostrarle una foto de sus días de juventud con el uniforme de las SS y su carnet de afiliación al Partido Nazi.

La respuesta de Kopps, no podría haber sido imaginada ni por el más talentoso guionista. El diálogo (que podés ver en el video), fue el siguiente:

- Periodista: ¿Es usted Reinhard Kopps?

- Kopps: No, yo era Reinhard Kopps. Fue... ¿cuándo fue? En 1952, la embajada alemana me dio el nombre.

- Periodista: le dio el nombre de Maler...

- Kopps: Sí, Maler.

- Periodista: ¿y cuál era su nombre antes de Maler...

- Kopps: Kopps...

- Periodista: su nombre es Kopps...

- Kopps: Nooo, no lo es... fue...esa es la diferencia...

- Periodista: Entonces usted era Kopps.

Kopps: Sí, sí...

El nazi Reinhard Kopps sorprendido en Bariloche.

Luego, superado por las circunstancias y tras ser consultado sobre si había ayudado a escapar a muchos otros nazis hacia la Argentina con participación del Vaticano, dijo Mahler/Kopps ante las cámaras: "Por aquel entonces, yo no sabía que hacía eso. Muchos años después me di cuenta".

Como "por arte de magia", o si se quiere por la simple y oportuna acción de la memoria (esa "molesta" función del cerebro que permite codificar, almacenar y recuperar la información del pasado), Juan Mahler recordó que en realidad uno nunca deja de ser quién fue.

Mucho menos él.

*Periodista de Canal 26 y escritor.
Los temas tratados no expresan ideología política, sino solo investigación histórica.

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