Familias con más deudas: en 2020 aumentó 47% el financiamiento con tarjetas en Argentina

Según las diferentes empresas, el alza alcanzó el 83%, mucho más marcado como consecuencia del aislamiento por el coronavirus. Bajaron los créditos en dólares y los hipotecarios.

Por Canal26

Miércoles 30 de Diciembre de 2020 - 10:46

Tarjetas de crédito, consumo, economía, NAUso de tarjetas en Argentina. Foto: NA.

El efecto de la pandemia de coronavirus que también afecta a la Argentina, y el cambio de hábitos derivado de la misma, generó un sin fín de inconvenientes en la gente. Y no solo en cuestiones sanitarias, sino -como en este caso- en su b.

 

La crisis económica preexistente y la llegada del covid-19 llevaron de manera conjunta a que muchos comercios y personas en el país tomaran líneas de crédito tras el objetivo de sostener a flote sus propias actividades y el nivel de consumo.

 

Así resulta evidente de un informe a cargo de First Capital Group, publicado en Perfil, en el que se sostiene que el aumento fue del 83% en el caso de los créditos comerciales y del 47,28% para el refinanciamiento de tarjetas de crédito.

 

Con este marco, a lo largo de todo el año 2020, la totalidad de préstamos en pesos pasados al sector privado experimentó una suba real, "es decir logró aumentar sus valores por sobre los índices de precios, luego de un 2019 castigado por las altas tasas y una contracción de los saldos en términos ajustados por inflación, se observa una recuperación del endeudamiento", sostiene el reporte del sector.

 

"En busca de reemplazar la baja de ingresos de los clientes, los comercios impulsaron esta línea de crédito con mayor financiación y en condiciones subsidiadas, alcanzando un incremento anual de 83,18% en la línea de Créditos Comerciales", sostiene el informe. El incremento para el primer semestre fue de 18% pero en el año trepó a 83,18%, $424.099 millones.

 

Los créditos comerciales “comenzaron el año con un tímido repunte, pero la llegada de la pandemia obligó a las autoridades a reforzar los estímulos a los Bancos para que reemplacen la baja de ingresos de sus clientes con mayores financiaciones en condiciones subsidiadas. En marzo, abril y mayo hubo una expansión del 50% de los saldos, justo en el momento que el ASPO paralizaba la actividad privada. Los últimos meses del año transcurrieron con un alza moderada de acuerdo a una actividad que se recupera de a poco”, ha manifestado Guillermo Barbero, socio de First Capital Group.

 

En lo que respecta a las Tarjetas, se ha informado que las facilidades para refinanciar consumos en hasta 1 año y con tres de gracia promovió que los saldos de las operaciones con Tarjetas de Crédito aumentaran 47,28% anual. En el primer semestre, lograron un 36,3% de incremento, cerrando el año con un aumento del 47,28%. “En este rubro pesó mucho la casi nula actividad de operaciones que impulsan el uso del plástico como el turismo, el esparcimiento y las actividades culturales, no obstante, las facilidades para refinanciar los consumos en hasta doce meses con tres de gracia que en más de una oportunidad estableció el BCRA, dio origen al incremento de los saldos. Terminan el año en un franco recupero de sus valores”, sostiene el informe.

 

De todos modos se ha dado una situación distinta, marcada por la suba de la desocupación, que generó un notorio estancamiento en la línea préstamos personales que apenas alcanzó un incremento del 11,78%. Con alta inflación y cepo, los préstamos hipotecarios, cerraron el año en valores negativos del -0,15%.

 

"Los bancos extremaron la cautela a la hora de otorgar nuevas financiaciones a una población con mayor riesgo crediticio y por el otro lado la falta de un horizonte económico despejado retrajo las nuevas solicitudes de endeudamiento por parte de las familias", sostuvo Barbero.

 

Respecto de los préstamos en moneda extranjera, en dólares, el saldo de fin de año es el 50% del que existía al principio. "Muchos factores influyeron para esta brusca baja: la caída de los depósitos en dólares dejó sin sustento la capacidad prestable de los bancos, la suba de las cotizaciones de la moneda extranjera hicieron más riesgosas las operaciones, así como la creciente dificultad del sector privado para acceder a divisas para efectuar los pagos comprometidos. Y por último, los deudores escaparon de estas líneas ante la posibilidad de una devaluación brusca del tipo de cambio", detalló el especialista.

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