El peligro de la obsesión: Boca y su viejo anhelo, la séptima Copa Libertadores.

Miguel Ángel Russo campeón con Boca de la Copa Libertadores 2007.

Enero vuelve a ilusionar al pueblo Xeneize con el viejo objetivo del club, alcanzar la gloria eterna conquistando la séptima Copa Libertadores. El riesgo de perseguirse con obsesión que lo tiene al club de la ribera con una sequía de 14 años.

Miguel Ángel Russo fue el arquitecto de la ultima Copa que gano Boca en el 2007 con un Riquelme como figura excluyente en su vuelta al fútbol argentino. Hoy los nombres se repiten, en distintas funciones, y eso le permite nuevamente a la gente ilusionarse con una anotación en el palmares de la institución. Esta semana enfrentará al Santos de Brasil por las semifinales de la edición 2020 (Miércoles 6-01 a las 19.15 hs en la Bombonera).

Pero ¿Cuál es el precio que se debe pagar para obtener una “obsesión” que prácticamente desprestigia cualquier otro logro conseguido? Desde el 2007 en adelante que en el club cualquier torneo logrado queda chico al lado de la Copa Libertadores y eso en el fondo perjudico a la planificación, a las diligencias, cuerpos técnicos, jugadores e incluso a los propios hinchas que no se conformaron con absolutamente nada. Además de la sequía se agrego la racha ganadora a nivel internacional del eterno rival, River, con victorias incluso frente a Boca en definiciones que calaron hondo en Brandsen 805.

La distancia parece corta pero a la vez es un camino largo y difícil, tres son los partidos que separan al club de la conquista . Un error que se comete hace años es la proyección, que hoy provoca que hablemos de una posible final contra River cuando todavía queda que los equipos argentinos superen a Santos y Palmeiras respectivamente. ¿Será este el año que a Boca le permita gritar campeón en el continente que tantas veces lo vio victorioso? El 30 de enero lo sabremos.