Coronavirus: una vacuna china presentó decepcionantes resultados, un revés para países en desarrollo

Los nuevos números serían un golpe duro para al menos 10 países que ya habían ordenado más de 380 millones de dosis de la inoculación.

Por Canal26

Miércoles 13 de Enero de 2021 - 19:59

Vacuna china de Sinovac contra el coronavirus, REUTERSVacuna contra el coronavirus de Sinovac, REUTERS

Los científicos de Brasil degradaron la eficacia de una vacuna china contra el coronavirus que aclamaban como un gran triunfo la semana pasada, disminuyendo las esperanzas de una inyección que podría producirse rápidamente y distribuirse fácilmente para ayudar al mundo en desarrollo.

 

Funcionarios del Instituto Butantan en San Pablo dijeron que un ensayo realizado en Brasil mostró que la vacuna CoronaVac, fabricada por la empresa con sede en Pekín Sinovac, tenía una tasa de eficacia de poco más del 50%. Esa tasa, ligeramente por encima del punto de referencia que la Organización Mundial de la Salud ha dicho que haría que una vacuna sea efectiva para uso general, estuvo muy por debajo del nivel del 78% anunciado la semana pasada.

 

Las implicaciones podrían ser significativas para una vacuna que es crucial para la diplomacia sanitaria global de China. Al menos 10 países han ordenado más de 380 millones de dosis de la inoculación de Sinovac, CoronaVac, aunque las agencias reguladoras aún no la han aprobado por completo.

 

Un alto funcionario de Hong Kong, una región administrativa especial de China que ya había ordenado CoronaVac, dijo que un panel asesor revisaría estrictamente la vacuna en función de los datos de los ensayos clínicos antes de que se lanzara allí.

 

"Los países que han pedido las vacunas fabricadas en China probablemente cuestionarán la utilidad de estas vacunas", dijo Yanzhong Huang, investigador principal de salud global en el Consejo de Relaciones Exteriores y experto en atención médica en China.

 

Durante meses, los funcionarios chinos habían dicho que las vacunas fabricadas por Sinovac y Sinopharm, un fabricante de vacunas de propiedad estatal, serían herramientas importantes para combatir la pandemia en los países más pobres que no cuentan con amplias infraestructuras de atención médica. A diferencia de las vacunas fabricadas por las farmacéuticas estadounidenses Pfizer y Moderna, no es necesario congelarlas.

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