Sputnik vs. Sinopharm: ¿por qué la vacuna rusa es la preferida y la china genera dudas?

Ya había pasado con la Sputnik al principio, que no eran públicos los resultados de fase 3. Lo mismo ocurre ahora con la vacuna china. En Argentina, esta última ya fue se aplican un millón de dosis. Sobre todo en médicos y docentes.

Por Canal26

Jueves 11 de Marzo de 2021 - 10:03

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En medio de la organización de la vacunación contra el coronavirus, surgen las dudas en torno a cuál es la mejor vacuna para recibir: ¿la Sputnik o la de Sinopharm? Y las preguntas surgieron a partir de los últimos cambios y con la llegada de un millón de dosis de la china. 

 

En la Ciudad, los turnos a los médicos se adelantaron con la llegada de las dosis de la vacuna de Sinopharm. Un 7% del millón de dosis es para el sector porteño. Los médicos que ya fueron vacunados confirman que les toca la china, y no la rusa como pensaban desde un principio. 

 

En esta lucha contra el Covid en la Argentina, donde el proceso de vacunación genera esperanzas, se producen contradicciones. Los mismos médicos que razonablemente rechazaban la Sputnik cuando los resultados de fase 3 aún no estaban publicados en la revista The Lancet, reciben ahora la china sin poner resistencia, cuando pasa por la misma situación que la rusa. 

 

Sinopharm se destinó para los profesionales de la salud y también para los docentes. Sin embargo, aún no está aprobada para mayores de 60 años. Lo mismo había ocurrido al inicio con la Sputnik V. Mientras que la versión de AstraZeneca fabricada en India (Covishield) también es para los adultos mayores. Claro está, la información en la calle se confunde ante estos cambios.

 

Para tener en cuenta, hasta el momento se sabe que la vacuna de Sinopharm tiene una eficacia del 79 por ciento después de aplicada la segunda dosis. Si la cobertura es superior al 50 por ciento se la considera aceptable.

 

"Es una vacuna de virus vivo inactivado, que estimula menos a los linfocitos T y eso puede requerir de más refuerzos", dijo a Clarín el infectólogo Eduardo López sobre la tecnología usada para la misma. Y refiere a las dudas en la "memoria celular" que puede provocar esta vacuna.

 

La "memoria celular" permite al organismo responder frente al virus más allá de la cantidad de anticuerpos que posea. Por ahora, según López, se desconoce si la vacuna puede "enseñarle" al cuerpo cómo tiene que defenderse cuando es atacado.

 

Según especialistas, y tal como menciona el medio, "las vacunas de Oxford-AstraZeneca y Sputnik V contienen material genético que es vehiculizado a través de un adenovirus humano, un "vector viral" no replicativo para despertar la reacción genética del cuerpo. Mientras que las chinas como la de Sinopharm y CoronaVac, como así también la india Covaxin, utilizan la estrategia del virus inactivado".

 

El diario El País dio a conocer en su artículo "Las vacunas que vienen del este", que la Sputnik V posee un 92 por ciento de efectividad y es "la más occidental" de ese grupo. Mientras que las vacunas orientales utilizan la tecnología más tradicional y amortizada, pero a la vez más fácil de producir. Además, se menciona que los problemas de fabricación de la rusa afectaron a los 48 países en los que fue aprobada, entre los cuales figura Argentina.

 

Se espera que Sinopharm publique los resultados de fase 3 en The Lancet, algo clave en la investigación. Argentina formó parte de esos ensayos hechos con unos 3.000 voluntarios, gestionado por la Fundación Huésped. Los resultados en voluntarios argentinos ayudaron a que China autorice de manera emergente y urgente su vacuna. Luego, fue aprobada en Argentina para menores de 60. Sin esos papeles, se está utilizando, al igual que sucedió con la vacuna rusa al principio. 

 

En enero pasado, Sputnik V fue duramente criticada por no presentar su informe en la revista científica. Con la vacuna china el tema pasa desapercibido, pese a que según los resultados clínicos es inferior a la vacuna rusa. 

 

Tanto Sputnik V como Sinopharm fueron recomendadas em Argentina por la ANMAT de manera emergente, con la aprobación final del Ministerio de Salud, claro está. 

 

Mientras que AstraZeneca y dePfizer, fueron autorizadas por ANMAT y secomercializaron tras esa aprobación. En los casos de la vacuna rusa y la china, sólo el Gobierno está en condiciones de adquirirlas, porque no pasaron por la instancia ortodoxa de autorización que exige el ente de control sanitario local.

 

Ahora, en plena lucha contra la llegada del invierno, se vacuna a la población sin tanta exigencia o control sobre dichas aplicaciones. Y olvidando el escándalo que generó el vacunatorio VIP en el Ministerio de Salud, generando una mancha grande en el operativo gubernamental contra la pandemia. 

 

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