No habrá clases… entre el “todo” y la “nada”, construyamos lo posible

Por Lic. Verónica del Castillo

Viernes 21 de Mayo de 2021 - 11:13

Obra de Claudio GallinaEducación. Obra de Claudio Gallina.

Que es aprender, que es enseñar, cual es el fin de la educación, las crisis nos proponen un tiempo de análisis y reflexión, si es que decidimos tomarla como una oportunidad para resignificar el pasado, decidir el presente y trabajar para un futuro mejor… Pienso en cómo será la semana que viene… ¿Los adolescentes sin la organización de tiempo que brinda la escuela, ya sea en remoto o en lo presencial?, ¿Estarán una semana en sus casas sin hacer planes con amigos, sin pensar en verse? Habrá familias que se queden en sus casas y otras que organicen que sus hijos vayan a la casa de amiguitos para que no se aburran… Me imagino a los más chiquitos, los del jardín, que esperaban el zoom porque esta semana su burbuja no tenía presencialidad, ya sea por estar aislada o porque no les tocaba presencialidad debido a la bimodalidad…

 

Muchos de ellos tenían los cartones listos para jugar al bingo y con gran expectativa esperaban ese encuentro con su maestra y amigos… Porque quienes piensan en la educación y planifican su enseñanza, arman secuencias, proyectos, planifican actividades con sentido, con continuidad, estimulando a lo largo de la semana los encuentros que llegarán, articulando sus prácticas entre lo remoto y lo presencial… Pienso en las familias que sabían que esta semana sus hijos tenían clases remotas y que ya se habían organizado para acompañarlos, y estar presentes a su lado. La presencia, es algo mucho más complejo y profundo que estar físicamente en algún lugar… Cuántas veces estamos con nuestro cuerpo en un lugar, pero nuestra cabeza y nuestro corazón está muy lejos, y cuántas otras veces sentimos la cercanía a través de una pantalla de celular al encontrarnos con alguien que vive lejos pero que deseamos ver y escuchar… la presencia tiene que ver con la disponibilidad, el “estar” no pasa por lo corpóreo…

 

Hoy me pregunto… ¿Solo los docentes sabemos que las clases remotas son clases? ¿Solo los docentes pudimos resignificar nuestras prácticas y podemos adaptar las metodologías, técnicas a los dispositivos digitales? Las familias también hacen e hicieron un esfuerzo por aprender a usar aquello que hoy pareciera no tiene sentido… Me gustaría invitar a muchos de los que toman las decisiones por fuerza de las escuelas a una sala de maestros virtual donde poder contarles qué y cómo se puede enseñar desde lo remoto, desde ya que no es lo mismo que presencial, pero eso no quiere decir que no es posible… Desde varias perspectivas venimos luchando porque lo diverso no sea excluido, para alojar lo nuevo, para que lo distinto se tome como posibilidad de crecimiento, trabajando en pos de construir puentes donde la educación tenga lugar… Hoy los invito a reflexionar, a repensar, a no tomar decisiones tajantes, sé que no es fácil, sé que su lugar no es sencillo, pero creo que es necesario una pausa para repensar hacia dónde, y cómo… Desde el año pasado les ofrecen a los profesionales de la educación diversas instancias de formación, cursos autoasistidos, virtuales donde alojaron diversas modalidades y perspectivas, para poder repensar nuestras prácticas, este es uno de eso momentos para poder ponerlos en juego, para que no quede en un trayecto de formación más…

 

Grupos de Whatsapp, Classroom, Padlet, Zoom, Meet, palabras nuevas que se han recreado en nuestras prácticas, nuestra creatividad potenciada para llegar a todos y cada uno en este escenario que hoy nos toca vivir. Los docentes queremos enseñar en lo remoto y en lo presencial… no se trata de uno o lo otros. Mirar de educación desde la complejidad es poder tomar lo uno y lo otro sin exclusiones, es seguir buscando diversas maneras de llegar a quienes no tienen las mismas posibilidades de acceso por estar en situación de vulnerabilidad. Los docentes han recorrido las calles llevándoles actividades a sus alumnos, adatan sus prácticas a las posibilidades de cada grupo y familia, porque los docentes quieren enseñar… Quienes se acercan a la escuela a buscar los bolsones de comida, reciben las tareas impresas, se busca una y mil manera de que algo de lo educativo suceda aún intentando superar barreras que ellos no construyeron pero trabajan día a día para sortear… porque la contención y el acompañamiento es parte de la labor que hacen los docentes día.. y así enseñan a convivir pensando en el otro…

 

La semana que viene no habrá clases… pero entre el “todo” y la “nada”, construyamos lo posible.

 

Lic. Verónica del Castillo
Psicopedagoga. Prof. de Ed. Inicial
www.infancias.com.ar
IG @infancias.enjuego

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