PASO 2021: Sebastián “El Gordo” Mortero, el candidato en prisión domiciliaria que no puede votarse

El precandidato es reconocido desde que participó en la movilización al Congreso que terminó con incidentes en diciembre de 2017, cuando se lo vio apuntando a un policía con el arma mientras se debatía la reforma jubilatoria.

Por Canal26

Domingo 12 de Septiembre de 2021 - 14:36

Sebastián Foto NA.

El precandidato a senador nacional por el Frente de Izquierda Unidad en Santa Fe Sebastián "El gordo mortero¨ Romero es el único postulante de estas PASO celebradas el 12 de septiembre que reclama su libertad, en medio de la presentación de un programa dirigido a los trabajadores.


"Hoy el apodo ´El gordo del mortero´ lo estoy poniendo al servicio de la lucha y clase obrera, estamos no solamente reclamando mi libertad, estamos presentando un programa independiente a la clase trabajadora", afirmó el militante de izquierda.


Romero, en diálogo con el programa "Levántate y anda" que conduce Rodo Herrera por la radio AM 550, informó que puso su apodo "El gordo del mortero al servicio de la lucha y clase obrera" y "no solamente" para pedir su liberación, sino para comprometerse con los trabajadores.


El precandidato es reconocido desde que participó en la movilización al Congreso que terminó con incidentes en diciembre de 2017, cuando se lo vio apuntando a un policía con el arma mientras se debatía la reforma jubilatoria.


Luego de huir a Uruguay, en junio del año pasado fue extraditado, y ahora se postula para ocupar una banca como legislador nacional.

Sebastián Romero, mortero, CongresoNA.


"Todavía no tengo fecha a juicio, estoy en prisión domiciliaria desde hace más de un año, sigo padeciendo esta injusticia", resaltó. Romero precisó: "Hago campaña desde la prisión en mi domicilio, estoy pidiendo el traslado a mi casa en Rosario, yo desde el 18 de diciembre del 2017 no puedo volver".


"A mí me tienen preso todavía e inclusive si comienza la fecha a juicio, una de las causas a las que se me imputan prescribiría", evaluó el postulante santafesino.


Respecto a los hechos que lo llevaron a perder su libertad, dijo: "Yo no estoy arrepentido de lo que sucedió ese día porque fui a apoyar a los trabajadores que salimos a protestar en la calle, a los trabajadores nos quieren criminalizar".


Además, afirmó que en ese momento "violento estaba siendo el Estado por todo el aparato represivo", y explicó: "Nosotros tenemos derecho a la auto defensa, es legítima".

 

“Arrepentido no estoy de haber participado de la manifestación, porque es un derecho que tenemos todos los trabajadores a la protesta. Fue legítima también la autodefensa. Ellos tenían camiones hidrantes, balas de goma, cantidades de gases lacrimógenos, y a mi lo único que me incrimina es haber tenido una rama con una pirotecnia de venta libre encintada y tirarla al aire”, comentó en diálogo con TN.

 

“La izquierda está cada vez más adaptada a los regímenes de la democracia burguesa y hay un sector que no quiere quedar pegado con esta imagen de violentos. Ven que la salida es parlamentaria, teniendo más diputados, senadores, pero siendo minoría no vamos a poder torcer el brazo. El voto tiene que venir acompañado de movilización y lucha”, agregó.

 

“Ante el ajuste terrible a la clase trabajadora, solo con la pasividad del voto no vamos a lograr un cambio profundo”, agrega, y obliga a preguntarle si no es una respuesta contradictoria con su condición de candidato. “Sé que mi candidatura es contradictoria. Soy una persona que fue perseguida y que no se puso a derecho. Estoy preso y eso también genera contradicción, que sea candidato. Pero nos olvidamos que acá tuvimos a Mauricio Macri y a Cristina Kirchner procesados por causas de corrupción”, cerró.

 

Romero, quien se desempeñaba como delegado de la automotriz General Motors, fue uno de los en las inmediaciones del Congreso de la Nación mientras se debatía la reforma previsional.


Mientras utilizaba un palo para sostener un "tres tiros" y lo apuntaba hacia los efectivos de la Policía, el militante de izquierda fue retratado y allí se hizo popularmente conocido como "el Gordo Mortero". Por su rol en aquellos incidentes, Romero fue buscado por la Justicia y se dio a la fuga: estuvo dos años y medio prófugo, hasta que fue capturado en Uruguay, cerca de la frontera con Brasil, y fue extraditado.

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