Apuro y necesidad electoral: Argentina entra a la post pandemia pese a que OMS dice que debe ser en 2022

¿Se apura la administración gubernamental de Alberto Fernández en flexibilizar casi todas las restricciones en el marco de la pandemia de coronavirus? Expertos mundiales se preocupan por África y América Latina y aseguran que la pesadilla no termino. Mucho menos para Argentina.

Por Canal26

Martes 21 de Septiembre de 2021 - 15:44

Alberto Fernández, presidente de Argentina, coronavirus, NAAlberto Fernández y la pandemia de Covid-19 en Argentina. Fotos: NA.

Se trata de un golpe de timón en la administración de la crisis por el coronavirus en la Argentina. En el Día de la Primavera, el gobierno nacional envía al closet al barbijo, al menos para las actividades al aire libre, y arremete con una política post pandémica, a pesar que se encuentra aún vigente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

La organización Médicos Sin Fronteras anota que “la definición de pandemia indica que se produce cuando una enfermedad contagiosa se propaga rápidamente en una población determinada, afectando simultáneamente a un gran número de personas durante un periodo de tiempo concreto. Si un brote epidémico afecta a regiones geográficas extensas (por ejemplo, varios continentes) se cataloga como pandemia. Tal es el caso, por ejemplo, del VIH. A pesar de haber conseguido grandes avances en materia de prevención, test y tratamiento del VIH (con acceso constante a los antirretrovirales se vuelve una enfermedad crónica con la que se puede convivir de manera controlada hasta la vejez), aún la pandemia del VIH no ha sido resuelta”.

 

Pero ¿está resuelta la pandemia por culpa del virus Sars-CoV-2 que produce la enfermedad de Covid-19?

 

Para la directora del Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Cambio Climático de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira, hay expectativas ciertas para poner fin a la crisis por el coronavirus en el corto plazo. "La expectativa es muy positiva para la pandemia dentro de medio año” y en declaraciones a la radio española RAC1, afirmó que la fecha probable para levantar las restricciones se produzca hacia marzo de 2022.

 

"Dos años es un periodo que nos fijamos y seguramente será un tiempo razonable. Si nos ponemos a vacunar a la velocidad que hemos ido hasta ahora podríamos ver incluso antes la salida de esta situación tremenda", sostuvo la responsable de Salud Pública de la OMS.

 

Precisamente, es la política de vacunación mundial la que podría poner en jaque a la idea de finalizar con la pandemia hacia el primer trimestre del año 2022. Porque, según los voceros de la OMS, el lento avance en muchas regiones del planeta de la inoculación de sus poblaciones contra el Covid-19 plantea un posible rebrote con nuevas cepas del virus que podrían volver a causar oleadas de infecciones en países que ya han sufrido con las primeras variantes del virus original.

 

África se enfrenta a un déficit de 470 millones de vacunas, después que Covax, el Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19, una alianza de 190 países impulsada por actores públicos y privados con el objetivo de garantizar el acceso equitativo a las vacunas que se logren desarrollar contra la COVID-19, anunciase que enviará al continente 150 millones de dosis menos de las esperadas.

 

Esta situación de carencia es inaceptable para los responsables de la OMS que han señalado que “África no cumplirá con sus objetivos de vacunación”. La directora de la OMS para ese continente, Matshidiso Moeti, ha señalado “la desigualdad y el grave retraso que están sufriendo los países africanos a la hora de recibir vacunas. Y, esta situación, amenaza con convertir algunas zonas del continente en caldo de cultivo de variantes resistentes a las vacunas”.

 

Según Moeti, “la desigualdad en la distribución de las dosis de vacunas en el mundo podría acabar enviando al planeta entero de vuelta al punto de partida de esta crisis”. En la reunión informativa semanal en Brazzaville, República del Congo, la experta informó que tan sólo el 17% de la población del continente estará vacunada a fines de este año.

 

Por ello, muchas voces autorizadas del organismo y, también de la regional, Organización Panamericana de la Salud (OPS), no ven de manera favorable la aplicación masiva de terceras dosis en los países desarrollados.

 

Existe cierto consenso en los organismos multilaterales de desaconsejar la aplicación de terceras dosis, a pesar de la aparición de nuevas cepas del virus como la super contagiosa Delta, y en sentido se expresó Ana María Henao Restrepo, investigadora de la OMS y autora principal de una investigación que se publicó en The Lancet junto a referentes de la Agencia Federal de Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), “los estudios disponibles en la actualidad no proporcionan evidencia creíble de una disminución sustancial de la protección contra enfermedades graves, que es el objetivo principal de la vacunación anti Covid. Incluso, si en última instancia se puede obtener algún beneficio con una tercera dosis de refuerzo, no compensará los beneficios de brindar protección inicial a los no vacunados”. En se sentido, solicita que se apliquen vacunas en países donde no llegan, “si las vacunas se implementan donde serían más beneficiosas, podrían acelerar el final de la pandemia al inhibir la evolución de variantes”, agrega.

 

A pesar de estas declaraciones en contra de la aplicación de terceras dosis, en el continente americano países como Republica Dominicana, Chile y Uruguay, fueron los primeros de América Latina en aplicar la tercera dosis de una vacuna contra el Covid-19 haciendo caso omiso del pedido de la OMS de no aplicar nuevas inyecciones hasta que los países rezagados en la vacunación hayan avanzado en esta tarea, con el objetivo de permitir una mayor equidad en el reparto de las vacunas a nivel mundial.

 

Por Antonio D'Eramo/NA.

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