Degollado o enterrado vivo: el misterio de la escabrosa muerte de Francisco Laprida, el prócer "olvidado"

Fue el presidente del Congreso de Tucumán cuando se declaró la independencia en 1816. Sin embargo, la historia argentina lo ha olvidado a él y a lo hecho en la gesta independentista. Sus vínculos con Domingo Sarmiento, Jorge Luis Borges y una espantosa muerte de la que aún quedan dudas.

Por Yasmin Ali

Martes 28 de Diciembre de 2021 - 00:00

Francisco Laprida, 9 de julioLaprida fue el presidente del Congreso del Tucumán al momento de la firma de la independencia el 9 de julio.

Francisco Narciso de Laprida nació el 28 de octubre de 1786 en San Juan, hijo del asturiano José Ventura Laprida y la sanjuanina María Ignacia Sánchez de Loria. Estudió en el Real Colegio de San Carlos de Buenos Aires, hoy Colegio Nacional, para luego trasladarse a Santiago de Chile para graduarse en leyes y derecho canónico. Allí tuvo sus primeros contactos con los aires independentistas que, como tantas veces, sellarían su destino.

Regresó a su provincia en 1811 donde fue postulado como Procurador del cabildo, cargo que rechazó porque creía que un funcionario de esa magnitud debía responder con su patrimonio ante cualquier problema y al no tener "bienes suficientes" no podía hacerse cargo. Un año después se desempeñó como alcalde de primer voto.

Comenzó a tener trato con José de San Martín cuando este fue gobernador de Cuyo entre 1814-16, en plena organización del Ejército de Los Andes, con su padre colaborando con dinero y esclavos. Su prestigio aumentó a tal punto que se convirtió en un perito de leyes ejemplar en la zona y por ello fue elegido en 1815 como diputado de su ciudad para representarlo en el Congreso de Tucumán que se celebró un año después. Laprida fue el presidente en julio cuando se votó por la Declaración de la Independencia el día 9.

Congreso de Tucumán, 9 de julioCongreso de Tucumán. 

Tras el Congreso de Tucumán volvió a San Juan donde fue gobernador interino por tres meses en 1818. En solo 90 días hizo más de lo que cualquiera en su cargo podría hacer en dos mandatos ya que según cuenta el historiador Adrián Pignatelli: "estableció reglamentos de policía, de instrucción pública, de moral, de agricultura y de comercio. Hasta fue el responsable de introducir el sauce llorón, gracias a los brotes que había traído de Chile. Sería nuevamente gobernador interino en 1821 cuando el titular enfermó".

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En 1824 fue representante de su provincia en el Congreso Nacional, miembro del partido Unitario. Por la presencia de Facundo Quiroga en sus pagos decidió mudarse a Mendoza donde se enroló como cabo en el Batallón de El Orden de la División de Cívicos. En septiembre de 1829, las tropas al mando del temido ex fraile José Félix Aldao viajaron a Godoy Cruz con el objetivo de "poner orden" a las tropas unitarias donde se enfrentaron en la Batalla del Pilar. Pero Aldao, borracho, hizo disparar seis culebrinas sobre el grupo que parlamentaba y terminó matando su hermano Francisco; completamente ido dio la orden de matar sin cuartel provocando un baño de sangre.

Francisco Laprida, 9 de julioLaprida aconsejó a Sarmiento que huya para salvar su vida. 

Las cosas solo se pusieron peor y Laprida le aconsejó a Domingo Sarmiento, de entonces 18 años, que escape porque "era muy joven para morir". “Laprida, el ilustre Laprida; me amonestó del peligro que acrecentaba; si lo hubiera seguido no podría deplorar ahora la pérdida del hombre que más honró San Juan”, diría tiempo después.

Batalla del Pilar, librada el 22 de septiembre de 1829 Batalla del Pilar. 

Laprida huyó hacia el este hasta que fue acorralado por los enemigos en San Francisco del Monte, allí murió, aunque la forma aún hoy es un misterio. Hay quienes afirman que murió al recibir un lanzazo y luego fue degollado; otra versión apunta a que fue enterrado vivo en medio de la calle, dejando su cabeza al aire libre para que una estampida de caballos pase por encima de él.

Estatua de Francisco Narciso Laprida, por Lola Mora en la plaza central de la Ciudad de San José de Jáchal, San JuanEstatua en su honor por Lola Mora en la plaza central de la Ciudad de San José de Jáchal, San Juan. 

Lo que sí se supo es que quien lo mató fue Ventura Quiroga del Carril, tres días después fue fusilado por asesinar a Laprida fuera del campo de batalla. El cuerpo fue enterrado en una fosa común y nunca se recuperó.

Jorge Luis Borges fue descendiente de él por vía materna, le dedicó el Poema Conjetural:

  • Yo, que estudié las leyes y los cánones,
  • yo, Francisco Narciso de Laprida,
  • cuya voz declaró la independencia
  • de estas crueles provincias, derrotado,
  • de sangre y de sudor manchado el rostro,
  • sin esperanza ni temor, perdido,
  • huyo hacia el Sur por arrabales últimos.

Por Yasmin Ali

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