Rollers, una sunga y auriculares: la historia del excéntrico patinador de Mar del Plata

Es una leyenda urbana de La Feliz. Tiene 67 años y de noche recorre las calles en sunga.

Por Canal26

Jueves 6 de Enero de 2022 - 15:58

Ernesto “Tito” Carci, foto gentileza TNErnesto “Tito” Carci, foto gentileza TN

Ernesto “Tito” Carci tiene 67 años. En el 2008 llegó a Mar del Plata y se convirtió tan sólo dos años después en la leyenda urbana de La Feliz.

 

Con sus rollers, una sunga y auriculares inalámbricos recorre la cuidad llamando la atención de los turistas y de todos aquellos que lo conocen como "el patinador alegre".

 

Todo comenzó allá por 2010: "Yo iba al Polideportivo en invierno, entrenaba para poder nadar en el mar durante el verano. Después de la pileta me ponía los patines y recorría la pista. Un día lo hice en la calle y me llamó la atención", comenzó relatando en una entrevista con TN.

 

Consultado sobre si alguna vez sintió vergüenza en el marco de su actividad explicó que  a su parecer, "la vergüenza es ignorancia. Si mi corazón no la tiene, yo no la tengo. ¿Qué me voy a llevar de esta existencia? ¿Voy a seguir careteándola?".

 

Sobre el hecho de patinar en sunga, explicó que le resulta muy cómodo y aclaró que no es lo mismo que salir desnudo. Mientras patina escucha The Beatles, Steve Vai o Pappo. La samba brasilera, la música cubana, todo lo que tenga ritmo.

 

Más adelante dijo que eligió Mar del Plata ya que "desde siempre supe que quería vivir acá y morir acá. Lo supe desde los cuatro años, cuando pude conocer esta ciudad".

 

"Necesitaba oxígeno, vitalidad, aire puro, poder mirar el horizonte, despertar y ver el infinito frente a mi. Lo que más me gusta es nadar en el mar", agregó. Asimismo, dijo que la gente de allí "es muy hermosa. Me dan una chispa sincera de luz. Una chispa que no se pierde en toda la eternidad".

 

"Tito" es divorciado y tiene dos hijos. También contó que hubo ocasiones en las que la pasó mal por estar tan expuesto: "Son pibes que no entienden nada", expresó.

 

"Vendí corbatas mucho tiempo. Ahora tengo algunos alquileres. Estoy bastante tranquilo dentro de todo. No necesito más dinero del que ya tengo", añadió sobre su situación económica.

 

También, reveló que le encantan las motos y que le gusta ver su casa linda: "No viajé mucho, y a lo mejor me hago unos buenos viajes. Nunca fui a Europa ni a esos lugares. Me dijeron que si voy a Europa me quedo allá. El tema es que es dónde yo estoy, no el lugar en el que esté".

 

"Tito" se considera una persona espiritual y aclaró que considera una "tontería" pensar en la vida después de la muerte: "Quiero vivir ahora, estoy en esta. No morirme y decir: ‘Mirá dónde estuve y nunca vi el amanecer, la belleza de las olas, el atardecer’. Acá tenemos todo lo que necesitamos para ser felices, ser sinceros en la vida".

 

"Mi propósito en la vida es fundirme con la energía divina de Dios. Poco a poco ese sentimiento va floreciendo porque tengo claras cuáles son mis raíces. No son mis piernas, más bien mis caderas", detalló.

 

Finalmente relató una experiencia que le cambió la vida: "Tenía 18 ó 19 años. Se abrió el espacio y salió una voz tridimensional que dijo: ‘¿Y por qué me negás?’. Yo estaba solo. Me acuerdo que caí en un estado de éxtasis, perdí conciencia del cuerpo".

 

"Se presentaron dos ángeles que les pregunté si eran Dios, me dijeron que no, pero que los había mandado para que responda las preguntas que quisiera. Aclaro que no había consumido drogas", siguió.

 

"Le dije que entendía que no hubiera un final, pero que no comprendía cómo no había un principio. Cuando desperté de ese éxtasis amanecía y me quedó esa pregunta", completó.

 

"La felicidad es una concentración perfecta en donde uno no puede dejar de agradecer y reír. Felicidad es conciencia de vida: no entender quién sos sino qué sos. Disfruto y agradezco estar en contacto con la existencia", sintetizó.

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