Sigue la "furia" patovica

Por Canal26

Domingo 30 de Septiembre de 2007 - 00:00

Los hechos de violencia y discriminación protagonizados por los encargados de seguridad de los boliches nocturnos se repiten con frecuencia, a pesar de los esfuerzos oficiales y de la sociedad por controlar la situación.

Está claro que los episodios violentos con los custodios o patovicas de las discotecas no son aislados y en muchos casos, llevan a la muerte de jóvenes que sólo tienen como objetivo divertirse.

La mayoría de los casos reportados involucraron a jóvenes que fueron agredidos por custodios de locales de Capital Federal, Gran Buenos Aires y La Plata, pero el fenómeno se extiende a todo el país.

La apariencia física, el color de piel y la forma en que se visten los concurrentes a las discotecas y bares son los principales detonantes de las discriminaciones de los patovicas, quienes muchas veces en lugar de velar por la seguridad de las personas, exacerban su ira e intervienen en las peleas, pero no separando sino agrediendo.

Como las formas de discriminación hacia los jóvenes se modernizaron, tanto en el INADI como en el Centro de Denuncias Contra la Discriminación y en la Asociación de Defensa de Derechos de Usuarios y Consumidores crecen las denuncias y consultas que alumbran nuevos métodos para excluir de la movida nocturna a jóvenes y adolescentes, métodos que van desde excusas inverosímiles hasta agresiones físicas de lo más salvajes.

Ante este cuadro tan preocupante, el INADI resolvió instalarlo como "prioridad" en la agenda del organismo", según lo aseguró meses atrás su titular, María José Lubertino.

Por eso, un equipo investigó la validez del llamado "derecho de admisión", y encontró que "la figura no existe" ya que no está reglamentado ni tiene valor legal".

"No hay ninguna norma a nivel nacional, provincial ni municipal que lo regule o que permita a un propietario no admitir a una persona si tiene la edad necesaria, paga la entrada y no genera disturbios", aseguró Lubertino.

De hecho, el cartel que informa al público que el dueño se arroga el derecho de prohibir la entrada o echar a quienes crean es una arbitrariedad y sólo forma parte de los usos y costumbres".

Desde el INADI destacaron que no puede haber restricciones discriminatorias en el uso de los lugares públicos, por privados que sean y enfatizaron que quien se vea afectado por estos actos injustos debe denunciarlo.

Uno de los casos más emblemáticos de los últimos tiempos fue el asesinato de Martín Castellucci, quien el 3 de diciembre pasado había concurrido a la disco "La Casona" de Lanús.

En esa oportunidad, Martín, de 20 años, fue golpeado por los patovicas porque quiso defender a un amigo al que no habían dejado entrar al local "por ser de tez un poco más oscura".

El joven murió tres días después (de muerte cerebral) a causa de los golpes recibidos esa noche y sus padres donaron sus órganos porque él había decidido hacerlo.

Ahora, la familia Castellucci organizó la "Asociación Civil Martín Castellucci contra la discriminación, contra la violencia y por los derechos de los jóvenes".

Esta asociación civil tiene la intención de combatir la violencia, la discriminación y la no tolerancia del negocio de la noche, siendo una de sus principales actividades la difusión de los derechos de los jóvenes.

A través de charlas informativas y materiales escritos, Oscar Castellucci -padre de Martín- visita foros, talleres y distintas escuelas.

"Les contamos a los chicos que ellos tienen derechos y les explicamos cómo defenderlos. Los alentamos a que no deben dejarse discriminar, les contamos que hay leyes que los protegen y les damos direcciones y contactos para que recurran", explicó en declaraciones periodísticas.

Entre estas actividades, Castellucci participó del taller Jóvenes y nocturnidad programado en el marco del Foro Internacional de Participación Comunitaria en Seguridad, organizado por el Ministerio de Seguridad bonaerense, donde le tocó hablar a estudiantes de policía.

Según figura en un relevamiento elaborado el año pasado por el Ministerio de Salud y Medio Ambiente de la Nación, los jóvenes de entre 15 y 24 años son los que tienen más posibilidades de morir por causa de la violencia.

El relevamiento detalló que en 12 meses fueron asesinados 832 chicos de esas edades, lo que representa el 30 por ciento de todos los homicidios registrados en la Argentina durante un año.

En el informe oficial se señala que en el mismo período se registraron 654 muertes violentas de personas de entre 25 y 34 años.

De todos modos, la sucesión de hechos violentos, sumada a la tragedida del boliche República de Cromañón, modificaron algunas cosas en la actividad nocturna.

Además de las medidas de seguridad en la infraestructura de los locales, se creó un nuevo sistema de identificación de los custodios y porteros de los boliches.

"Está bien que se controle. No tengo problemas porque no me ‘zarpo’. Pero todos sabemos que algunos patovicas se pasan de mambo. En lugar de separar en una pelea se meten y pegan y eso está mal, porque ellos saben pegar. Lo que pasa es que están pasados de droga o alcohol", comentó Martín, personal de control de un boliche de la zona de Adrogué.

José aclaró que en su caso no es custodio sino control, porque se encuentra en la puerta evitando "que entren menores de edad o alguno que esté dado vuelta".

"El tema es que en muchos boliches, los dueños te dicen que por la ropa o el aspecto la gente no puede entrar. Y uno trabaja y tiene que hacer caso", indicó.