Rock para los dientes y los mejores paladares

Durante diez noches, escenarios del Club Ciudad de Buenos Aires y el ex Estadio de Obras albergaron a bandas históricas y en ascenso tanto locales como mundiales. Día a día, jornada a jornada un raconto de lo que dejó el festival argentino más importante del género. Por Sergio Corpacci

Por Canal26

Martes 2 de Octubre de 2007 - 00:00

Ni el verano admite "Felicidades", menos otoño e invierno, estaciones con mala prensa. El día es el 21 , el mes septiembre y la estación Primavera. Y el viernes soleado y a tono de este año acogió a los españoles “Héroes del Silencio” quienes arribaron a la Argentina para hacer una escala de la gira de la reunión – despedida de la banda liderada por Enrique Bumbury, verdaderos artistas considerados de culto por legiones de fans en todo Hispanoamérica. Repasaron su prolífica carrera, hicieron el ruido necesario y todos fueron felices.

Así fue el puntapié inicial musical a cargo de los ibéricos quienes si bien debieron lidiar con un sonido bajo demostraron el porqué de tanta fidelidad argentina. Y a caballo de sus hits y envueltos en el halo del aura criolla la agrupación no hizo gala de su mote y por ende no defraudó.


En la segunda fecha, "Café Tacuba" ofreció un show memorable y conmovedor donde se destacaron los hits de la banda mexicana como el virutuosimo de sus músicos en el que descolló Rubén Albarrán quien demostró ser el mismo frontman de siempre, calidad inalterable más allás de los constantes cambios de nombre que sólo alteran sus alter ego.


Entre un sonido perfecto, una puesta en escena excelente y un show inolvidable, quedará para la historia “ el pogo femenino” que el líder propició y al que círculo mediante las “chavas bonaerenses” a decir del cantante armaron un desenfrenado golpeteo de cuerpos inédito en el rock nacional. Hasta los temas nuevos de "Sino" cautivaron a una audiencia agradecida por tanto por tan poco. Y como "Sino" significa destino, el paso de los Café por Buenos Aires se convertirá con los años en aquél concierto que no vieron 20 mil sino multitudes imposibles de abarcar.

Lo secundaron afiatados conciertos de los uruguayos "No Te Va a Gustar" quienes demostraron su localía y una variada, potente y sutil coctelera de ritmos sin caer jamás en el híbrido. Los rosarinos de “Cielo Razzo” lo antecedieron con un set potente y sin sobresaltos donde demarcaron que van por un muy buen camino en lo que a bandas noveles se refiere.

Un día después, en la tercera jornada "Molotov" concretó su “falsa reunión” y debió afrontar su performance con problemas de sonido por el viento imperante y una noche helada donde temperaturas cercanas a los 5 grados semejaban más a una noche de invierno y rechinar de dientes y no al fin del tercer día de la flamante primavera. A fuerza de hits y algunos temas nuevos festejaron la vuelta a Argentina con el adicional de estar celebrando 11 años de su primer recital en vivo.

Igualmente el combo de tres aztecas más un americano en batería desató la locura de los miles que resistieron estoicamente el clima gélido a fuerza de hits y “nuevas rolas” como suelen llamar los mexicanos a sus canciones recientemente editadas o por comenzar a rodar.

Los locales Intoxicados con un show ajustado a los niveles de toxicidad de su líder Pity Alvarez – quien vale acotar llegó tarde y por ende “corrió” toda grilla horaria – no defraudaron a la legión de seguidores con un combo de rock, dance, canciones y hip hop y algún que otro vestigio de la época “rollinga” del cantante.

“Soy un hombre de metal y bien soldado. Pasa que a veces la soldadura falla” se justificó ante la tardanza Pity y como siempre fue perdonado por los seguidores a quienes deleitó con los clásicos y emocionó con versiones de “Viejas Locas” con alto contenido tóxico.

El martes, fecha 4 y en el estadio cerrado ex Obras se llevó a cabo la fecha metalera donde varias bandas heavys demostraron lo hermético de un género donde variar significa traicionar. Abrieron "Gauchos de Acero" con un atronador set, seguidos por Jericó, formación en la que percibir el fin de un tema y el inicio de otro es un verdadero arte sino se presta atención al espacio donde sólo se oyen murmullos. Lo siguió “Tren Loco” en la misma línea aunque con un sonido y una vestimenta más clásica con remedos de los ochenta y una estética que mediaba entre Iron Maiden y Motley Crüe.

Ya con más de 4000 almas reunidas y ansiosas por verlos, "Almafuerte" actuó como el inmejorable broche de oro en una jornada no apta para sutilezas. Ricardo Iorio acompañado por Claudio Marciello (guitarra), Bin Valencia (batería) y Beto Ceriotti (bajo), brindaron un set muy sólido, apoyándose en los temas de Toro y pampa, su última producción, y recorriendo su extensa discografía. “Pensando en llegar”, “Debes saberlo”, “Patria al hombro”, “Del más allá”, “Convide rutero” y “El pibe tigre” conformaron algunos de los momentos más salientes.


Del miércoles, quinta jornada resalta el sobrio y contundente set de “La Mancha de Rolando” donde brindaron todos sus hits con invitados de la talla de Fidel Nadal y Gillespie en vientos.

Y como en el rock la cordura no llega ni con 194 muertos en la fatídica noche Cromañon el set de “Las Pelotas” estuvo al borde la suspensión con luces del estadio prendidas por un descerebrado que no tuvo peor idea que prender una pirotecnia y apuntar a los músico con un tres tiros.

Tras el desconcierto general suscitado y la individualización del imbécil en cuestión siguió un show manchado por el incidente.

Todos pulcros, virtuosos y sentados – algunos – puede resumirse la noche 6 donde Diego Mizrahi demostró su virtuosismo con la guitarra entre temas alla Steve Vai. Rock y porque no boleros y una partucular versión del “Pibe los astilleros” de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.

Luego fue el turno de Botafogo o la guitarra misma en su más clásica, virtuosa y exquisita visión del rock tradicional y el blues. “Gracias por el espacio que este festival le da al blues”. Con estas palabras y una interpretación un tanto más veloz que la original de “Desconfío”, de Pappo, rápidamente Botafogo se ganó la complicidad de una audiencia, que vibró con este auténtico estudioso del blues en todas sus formas y excepcional guitarrista.

El cierre quedó en manos y el talento de “The Australian Pink Floyd” quienes con versiones casi similares al insuperable original dejaron flotando la sensación de lo increíble que sería tener a los originales en estas pampas. Por ahora parece imposible y habrá que conformarse con Roger Waters y su impresionante, histórico e imperecedero show de este 2007 en River. Si no lo viste, alpiste.

El viernes, fecha de la gran siete fue día noche reggae y está todo dicho. El amor que el género genera – valga la redundancia- en estas pampas en insuperable y crece como “ la plantita que tu riegas” a decir del uruguayo Drexler que de reggae no tiene nada pero cuya frase encaja como engranaje perfecto. Y a buen entendedor pocas palabras.

La fecha fue quizá la que mayor cantidad de teloneros presentó con lo cual se haría ocioso mencionar a cada uno de los que precedieron a "Los Wailers". Sólo queda por decir que abonaron bien el campo para que la noche acorde al clima se cierre con el broche de oro, repetido por cierto pero que es que la gente quiere. Así fue pese a que hoy sean más una banda de covers que aquel combo mágico que solía acompañar al inmortal Bob; los jamaiquinos son profesionales en eso de sustentar una leyenda. Utilizan bien los yeites del género y siempre tendrán a mano, por más obsecuente que suene, algún clásico inmortal del tamaño de “I Shot The sheriff”, “No Woman No Cry” o “One Love”. Como era de esperar, las casi 20.000 almas vibraron al ritmo mientras las velas seguían ardiendo y seguirán ardiendo porque esas no se apagan nunca y sino se vuelven a prender.


El sábado y la fecha 8 quedaron en manos del Reverendo Marilyn Manson a quien los locales le fueron preparando el terreno. Tras contundentes y sobrios shows de Massacre, Los Natas y un set de los cada vez más profesionales “El Otro Yo” con un sonido impecable y una lista de tema que destiló hardcore, alternativo, punk rock, new wave y porque no un toque del pop que los caracteriza llegó el turno de Brian Warner y su acólitos. O mejor dicho Marilyn Manson.

Y Manson no defraudó porque dejó de lado especulaciones sobre excentricidades y se centró en un swot corto pero no por eso potente donde confluyeron la música industrial, el heavy metal, el rock gótico todo matizado por un espíritu de Dawid Bowie tenebroso pero no por ello estrafalario.

Sobresalieron temas de la talla de Disposable teens”, “Sweet Dreams”, “The Dope show”, “Rock is dead” y “The beautiful people”. Aunque, al menos en este nuevo paso por Buenos Aires, dejó muy en claro que el cantante y el compositor le ganaron al personaje y la música hizo lo propio con el circo. Este es el Manson modelo 07. Tómenlo o déjenlo.

Domingo, noveno día qué importa que viene el lunes, todos a bailar. Esa parecía ser la consigna no escrita que rezumaba el ciudad de Buenos Aires. Y de confirmarlo se encargó el grupo estadounidense Black Eyed Peas que cerró la noche del domingo la novena fecha ante unas 23.000 personas, convirtiéndose en la última banda internacional que pasó por esta fiesta de la música. Previemante Miranda!, descargó su pop, su dance, su kitsch y todo el desparpajo sde un Ale Sergi glamoroso bien secundado por Juliana Gattas que remedó "Love fool" de The Cardigans y la siempre presente viola, que es un solo y es la guitarra de Lolo.

Tras su paso por México, Black Eyed Peas brindó en Buenos Aires un espectáculo que abrió con "Hey Mama", para luego continuar con "Dum Diddly" y "My Humps", esta última canción dedicada en castellano por el vocalista Will.I.Am "a todas las chicas".

Will.I.Am, por su parte, cantó una versión de "Hotel California", de The Eagles, con la letra cambiada y en la que confesaba que le gustaría mudarse a Argentina, una reiteración de lo que había dicho el año pasado.

Entre las canciones interpretadas se destacaron "Don't Lie", que empalmó con un fragmento de "Sweet Child o' Mine", cantada por Fergie; "Shut Up", "Will Gone Going", "Qué dices", "Latin Girls" y "Más que nada". La integrante femenina, Fergie, también tuvo su espacio cuando cantó "Big Girls Don't Cry", "Glamourous", "London Bridge" y "Fergielicious".

Tras un lunes impiadoso donde la lluvia hizo presagiar que el festival se postergaba o se pasaba por agua el clima acompaño y el martes destiló rock virtuoso, beatle , oscuro y cuartetero. Y no exento de sorpresas.

Fecha 10, todo tiene un final todo termina. Empezada a caer la tarde “Los 7 Delfines” al mando de su frontman Richard Coleman curiosamente vestido de blanco – a un dark de su estilo se le permite cualquier “desliz” de moda y modernidad – brindaron un potente set de canciones con su particular estilo e inoxidable por cierto. Y se fueron a tono con "Dale salida"

La cosa iba a tomando color y la posta la tomaron Kapanga o el Mono y sus secuaces quienes montados en hits primigenios “El mono Relojero” y los hits actuales que movieron a la monada kapanguera.

Luego fue el turno de "Los Tipitos" que animaron la velada con éxtios de " Armando Camaleón" y su nueva placa "Tan Real".

Y hubo sorpresas . Y esa fue "Catupecu Machu" quienes luego de fuertes rumores de que no tocaban y que sí tocaban, para evitar que la gente se mueva de un lado a otro entre dos bandas convocantes, los capitaneados por Ruiz diaz calentaron el escenario para que Mollo, Arnedo y el niño Catriel lo tomen a punto. Y hagan de él lo que sólo ellos saben hacer.

“Voodoo Chile”, “Vida de Topos” , “Casi estatua”, “El 38”, “La mosca porteña”, “Ay que dios boludo” y “Brillo triste de un canchero” iniciaron el potente marca registrada de todo show de "Divididos" que se precie de tal.

Durante diez noches donde el reloj de la grilla se movió prudente dentro de los parámetros, sólo alterado por la previsible demora de un Pity intoxicado - ¿toma la posta de las malas costumbres de García? - a la banda de Hurlingham acorde a una trayectoria impecable se le dio la posibilidad de tocar 23 temas nada menos. Y abrieron “abajo” con “Estallando desde el Océano” y “El Arriero” para ir tomando temperatura y arrasar potente y sutilmente como “La aplanadora del Rock” tiene acostumbrados a sus fans.

Esos que colman todo lugar donde se presenten más allá de que el trío esté empecinado en renovar y reciclar viejos hits y aquellos que ya son clásicos.

Cinco años sin discos oficiales no amedrentan a “los santos en remera” como los bautizara Ricardo Mollo hace años. Aunque algunos incondicionales rueguen por algo nuevo tras tanto silencio de novedades.

Extenso pero sin hartar, poderoso y sutil, sobrio y con vuelo de viola y bajo, con machaque de parches así fue el paso de Divididos por el Ciudad de Buenos Aires. Y "Sucio y Desprolijo" por el cover de Pappo, donde la sombra del Carpo se regodeó bajo la forma de la viola que vela porque el rock rockee, callejero con olor a cuero y fierros y que no detenga su motor.

Con puntos muy altos en los que sobresalen “Café Tacuba”, la contundencia de Marilyn Manson , la fiesta desatada por “Los Auténticos Decadentes”, el sonido cada vez más cuidado y potente del “Otro Yo” y la voluntad de “Molotov” para calentar una noche helada como pocas se fue el “Pepsi Music 2007” sin incidentes que lamentar. Sólo la imprudencia de una pirotecnia prendida a la que apagaron las voces, la bronca y la cordura , esa que por ley no escrita el rock siempre le sacó el cuerpo pero que a fuerza de hechos lamentables comienza a primar.

“Vamos las Bandas”, bajaron del cielo, tocaron y ya comenzó la cuenta regresiva.