Mariana De Melo: “Me siento querida por la gente y también por Dios”

Por Canal26

Miércoles 9 de Enero de 2008 - 00:00

La modelo y vedette Mariana De Melo rompió el silencio y brindó su primera entrevista luego de haber recibido el alta médica tras un accidente que la tuvo varios días en terapia intensiva.

“No recuerdo el choque, nunca supe lo que estaba pasando. Estuve en coma farmacológico durante siete días. Mi mamá y mi hermana dicen que les apretaba las manos, que se me caían lágrimas”, dijo en una entrevista que brindó a la revista Caras.

Rapada y sin su habitual pelo largo, la mujer que alguna vez se río de sí misma al llamarse “mucamita”, reveló qué fue lo que dijo al despertarse: “Pregunté por qué no podía caminar”.

“La gente me enviaba cartas, rosarios, hacían cadenas de oraciones por mi salud. Recibí más de 20 crucifijos”, dijo la mujer que recibió el alta médica de la Clínica de los Arcos, en Palermo, el 3 de enero.

Afincada y contenida por su madre Nilda y sus hermanos Roxana y Javier, con quienes vive en un departamento del barrio porteño de San Cristóbal, sostuvo que “no sólo me sentí querida por la gente, sino también por Dios. Siento que viví un gran milagro”.

Previo a viajar a Villa Carlos Paz para estar con quienes iban a ser sus compañeros en “Asesiname dulcemente”, prosiguió con su relato: “Cuando abrí los ojos, estaba sola. Enseguida vino mi hermanita Roxana. Me abrazaba y lloraba, entonces entendí que había estado muy grave. Pero nunca sentí nada. Tuve miedo de no poder caminar más. Pero Roxy me tranquilizó”.

De Melo tildó de ídola a su “hermanita” y explicó que, a partir de ahora, “ella va a manejar todas mis cosas: mi plata, mi carrera, mi contratar”.

Mariana se accidentó el 16 de diciembre de 2007, en Pahuajó, cuando iba a realizar un show. El remisero del auto en el que iba falleció y su maquillador, aunque resultó herido, pudo recuperarse.

Sin embargo, la modelo y vedette llevó la peor parte y los primeros partes médicos hacía referencia a que su salud estaba “muy comprometida”. Hoy, por suerte, puede contar su historia.