España: dan ganador a Zapatero en el áspero debate de TV con Rajoy

El presidente del gobierno español y candidato socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, y su rival, el conservador Mariano Rajoy, se enfrentaron en un duro y agrio debate televisivo, con el peso en la economía, la inmigración, y la lucha antiterrorista.

Por Canal26

Martes 26 de Febrero de 2008 - 00:00

Con la mirada puesta en los millones de indecisos que inclinarán la balanza en las elecciones del 9 de marzo, Zapatero y Rajoy protagonizaron un duelo de "alto voltaje" en el que no faltaron descalificaciones, por parte del líder opositor, y alusiones reiteradas al pasado y las mentiras del Partido Popular (PP) sobre los atentados del 11 de marzo de 2004, del actual presidente del gobierno español.

Desde el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el coordinador de la campaña, Jesús Caldera, aseguró que Zapatero había ganado el debate con un discurso "positivo, constructivo y firme", mientras en el PP, Pío García Escudero, dijo que el ganador había sido un "sólido" Rajoy, "con argumentos y razones".

Sin embargo, lo que más importa es la percepción del electorado y, según las primeras encuestas publicadas por Canal Cuatro y La Sexta, entre un 45,4 y 45,7% de los espectadores creen que el ganador fue Zapatero, frente a un 33,4 y 30,1%, que
piensa que ganó Rajoy.

El primer debate televisivo entre los dos principales aspirantes a La Moncloa (sede del Ejecutivo) en 15 años se siguió con gran expectación en España.

Aunque todo estaba meticulosamente planeado, hubo momentos de tensión y vehemencia entre los dos contrincantes, especialmente al final y en el primer tramo del debate, cuando Rajoy acusó a Zapatero de haber dividido a la sociedad, enfrentado a las víctimas del terrorismo y haber negociado "políticamente" con ETA.


No hubo propuestas, fue más un monólogo en el que cada uno hizo su papel: Zapatero intentó transmitir "confianza" y "seguridad", refugiándose en los datos y cifras de su gobierno, mientras Rajoy desplegó el mismo discurso catastrofista y de confrontación que mantuvo en los últimos cuatro años en la oposición.

El duelo, que como estaba pautado abrió Rajoy, comenzó con un diagnóstico de la situación de España, en la que todo va mal como consecuencia de las políticas del gobierno: "subieron los precios, las hipotecas, el desempleo", según Cecilia Guardati, enviada especial de la Agencia Télam.

"En inmigración toda Europa protesta por el desorden que provoca este gobierno, y nosotros lo sufrimos; y la inseguridad ciudadana crece de forma alarmante, importamos delincuentes", aseguró Rajoy, quien también recordó la negociación con ETA como principal "fracaso" del gobierno.

Por su parte, Zapatero hizo una radiografía de la España que su gobierno ha construido en los últimos cuatro años, resaltando la fortaleza económica del país, que permite afrontar con solidez la actual desaceleración económica, y los avances sociales.

También recordó que el PP, en la oposición, no había aceptado el resultado electoral de 2004, "ha crispado, se ha movido en la mentira y la exageración. No dudó en utilizar el terrorismo con fines partidistas", dijo Zapatero.

Un cronómetro de baloncesto marcaba los dos minutos que cada candidato tenía para su intervención. En la primera batalla, la económica, Rajoy comenzó ganando terreno al insistir en que él planteaba los problemas reales de los españoles, a la vez que acusó a Zapatero por esconderse detrás de la cifras macroeconómicas, sin responder a los españoles qué haría para evitar la subida de los preciso y las hipotecas.

Por su parte, el presidente del gobierno insistió, con datos en la mano, en la buena salud de la economía española e intentó traer a colación que el Ministro de Economía español, Pedro Sólbes, ya había dado una lección al respecto al candidato del PP, Manuel Pizarro, cuando se enfrentaron el jueves pasado en otro debate televisivo.

Con la máxima de que "la mejor defensa es un buen ataque", Rajoy arrancó el segundo round con mucha confianza y se metió de lleno en el tema de la inmigración.

El candidato del PP afirmó que los inmigrantes "demandan muchos servicios sociales", por lo que hay que poner orden. "Esto no está controlado, es una avalancha", usted "complicó las cosas, generó un efecto llamada que se escuchó en todo el mundo", señaló Rajoy.

Zapatero quiso eludir el tema de la inmigración y desgranó sus políticas de igualdad y de derechos sociales, hasta que finalmente entró en el tema ante la insistencia de Rajoy, y acusó al PP de haber hecho 5 regularizaciones masivas y la última con la única condición de presentar un "bono-bús".

Rajoy, desconcertado, no parecía comprender muy bien a Zapatero, y según fuentes del PSOE, la imagen del líder del PP como "amigo de los currantes" (trabajadores) perdió credibilidad, ya que no sabía que era un bono-bus (ticket de transporte público).

Además, Zapatero utilizó un tono muy sensible para referirse a los inmigrantes, quienes "viven y mueren con nosotros", para rechazar la propuesta de Rajoy de introducir un "contrato de integración".

El debate estaba a esta altura muy equilibrado, Zapatero comenzaba a ganar confianza y soltura frente a Rajoy, que no bajaba la guardia y se rearmaba para hablar de la organización separatista vasca ETA.

El candidato del PP acusó a Zapatero de reforzar a ETA y haber "negociado políticamente con una organización terrorista", y que ese había sido "su fracaso más importante de la legislatura".

Zapatero dijo que su obligación cuando asumió el gobierno era evitar que haya más víctimas del terror, y replicó a Rajoy que si ETA estaba acabada durante el gobierno del PP "¿por qué le atribuyeron el atentado del 11 de marzo de 2004?".

El candidato socialista pasó entonces a la ofensiva y como una especie de "flashback" recordó a los espectadores que el PP había mentido con el atentado del 11 de marzo de 2004, había utilizado el terrorismo para crispar, mientras el PSOE estuvo del lado de Aznar, incluso cuando dijo que ETA era un "Movimiento nacional de liberación vasco".

En política exterior, Zapatero recordó la foto de las Azores (de Bush, Aznar y Blair) previa a la guerra de Irak, mientras Rajoy dijo que los socios del gobierno eran Fidel Casto y Chávez, cuando el PP hacía acuerdos con el presidente francés, Nicolás Sarkozy.

En un gesto curioso, Zapatero aprovechó en este tramo del debate para saludar a los emigrantes y potenciales votantes españoles, muchos de ellos residentes en Argentina.

El resto del debate versó sobre educación, el modelo de Estado, y los retos del futuro, pero el punto más agrio de la recta final tuvo como protagonista, una vez más, el terrorismo.

En un gesto desafortunado, Rajoy afirmó que Zapatero había "agredido a las víctimas del terrorismo", algo que el presidente del gobierno negó rotundamente, y condenó.

Estaba claro que el aspirante, en este caso Rajoy, era el que tenía que arriesgar más, pero en la recta final pareció desesperarse al no poder concretar sus ideas.

A Rajoy sólo le valía ganar el debate, para poder compensar la leve ventaja con la que el PSOE arrancó la campaña electoral. En cambio, a Zapatero le valía un empate, aunque un triunfo es bueno para consolidar su ventaja, a la vez que un duro enfrentamiento pondría servir también para activar a parte del electorado.