Tragedia de Dolores: el chofer admitió que estaba sin dormir y pidió perdón

El conductor del micro que fue embestido por un tren provocando la muerte de 18 personas concedió que no había descansado y que no vio "ningún tipo de señalización". Aseguró, con respecto a los familiares de las víctimas, que “es imposible” que lo perdonen.

Por Canal26

Miércoles 16 de Abril de 2008 - 00:00

Javier Rodríguez, el chofer del ómnibus que fue embestido por un tren en la localidad bonaerense de Dolores en un accidente que derivó en la muerte de 18 personas, no descartó que se haya quedado dormido en la ruta, y admitió que los familiares de las víctimas no lo van a perdonar.

"Lo que más pesa es la condena espiritual de toda esa gente a la que me gustaría perdir perdón, pero sabés que esa gente no te puede perdonar nunca", expresó el chofer, que desde ayer cumple un regimen de prisión domiciliaria.

Rodríguez aseguró que "siempre" dijo la verdad en cuanto al accidente, al señalar que no vio "ningún tipo de señalización" que indicara que en ese momento pasaba el tren, y tampoco las barreras bajas, aunque admitió la posibilidad de que se haya dormido en la ruta.

"No descarto esa posibilidad porque el que anda en la ruta lo sabe, porque cuando uno viene con una carga pesada de horas, a veces uno ve cosas que no son", expresó.

El luctuoso accidente se produjo el 9 de marzo pasado a la madrugada cuando el ómnibus de la empresa "El Rápido Argentino" fue embestido por un tren en el momento en que transitaba por la ruta 63, desde Mar de Ajó hacia la localidad de San Miguel, en el Gran Buenos Aires.

Varios testigos, entre los que se incluye el maquinista del tren, coinciden en que el ómnibus embistió las barreras bajas y cruzó el paso a nivel, ubicado en las cercanías de la llegada a la Autovía 2, a la altura de Dolores.

Rodríguez, en declaraciones radiales, dijo que "hacía dos días que venía manejando, con tres horas de descanso, en las que no descansé porque uno le tiene que dedicar algo de tiempo a la familia".

Al ser consultado sobre la razón por la cual manejaba tantas horas se refirió a "un sistema de trabajo" programado en ese sentido.

El chofer aseguró que no habló de lo que pasó con sus cinco hijos, con edades de entre cuatro y trece años, porque "son muy chicos para entender", según indicó.

El hombre siente que su vida cambió "de una forma muy difícil de explicar".

"Imaginate una persona que hasta ese momento tenía una vida normal, con un pasado, un presente y un futuro, y en ese momento se borra todo", indico.

Por otro lado, dijo que "hasta el momento nunca había tenido un accidente, ni siquiera una infracción".

A su vez, en declaraciones televisivas, Rodríguez manifestó estar destrozado: "Tengo un tremendo dolor por la gente que perdió la vida. Si mañana me dijeran que soy inocente, no me liberarían de esa carga que yo tengo".

"Lo que pasó no me dio tiempo a pensar nada, son segundos que después vuelven toda la vida", indicó el conductor del ómnibus de larga distancia.

El chofer aseguró que no volvería a subir a un micro y le pidió perdón a los familiares de las víctimas: "Yo les pediría que me perdonaran pero es imposible, el dolor que siente a esa gente no se puede comparar con nada".

"Me gustaría que me conozcan, que sepan cómo soy, que soy normal e incapaz de causar un daño de ese tipo. Si yo hubiera visto peligro no me hubiera arriesgado a poner en peligro a la gente", puntó. (NA)