Desvincularon a la hija del portero del asesinato de la odontóloga Frydman

Se trata de María José Muñoz, quien fue detenida a los dos días del hecho y luego excarcelada con falta de mérito. En tanto, dos albañiles que trabajaban en el edificio en ese momento siguen imputados.

Por Canal26

Jueves 4 de Septiembre de 2008 - 00:00

La hija del portero del edificio de Núñez donde la odontóloga Mariela Frydman fue asesinada en noviembre pasado, quedó totalmente desvinculada del caso, mientras que dos albañiles siguen procesados con prisión preventiva, informaron fuentes judiciales.

Se trata de María José Muñoz, quien a los dos días del crimen de la dentista fue detenida y luego excarcelada con falta de mérito, es decir porque las pruebas en su contra no eran suficientes.

Dos albañiles que trabajaban en el edificio de Frydman al momento del crimen fueron detenidos en mayo como coautores del asesinato y luego procesados por la jueza de Instrucción porteña Mariela Gabriela Lanz.

En base a los elementos reunidos contra los dos hombres, y a que no se pudo demostrar ningún tipo de relación entre éstos y Muñoz, la jueza Lanz decidió esta semana, y a pedido del defensor Donato Perillo, sobreseer a la hija del portero, es decir, desvincularla totalmente de la causa.

La misma decisión adoptó la magistrada para el ex novio de la odontóloga, Alejandro Trufelman, quien, al igual que Muñoz, había sido investigado en un primer momento porque conocía los horarios y actividades de la víctima y los movimientos del edificio en el que residía, dijeron los informantes.

Además de no hallar conexiones con los albañiles por medio del entrecruzamiento de llamados y pruebas testimoniales, los pesquisas tuvieron en cuenta para sobreseer a Muñoz y Trufelman que dieron negativo el cotejo de sus huellas dactilares con la impronta dejada por lo asesinos en la bañera de Frydman y de ADN con rastros hallados en la escena del crimen.

De esta manera, la causa quedó con sólo dos procesados: Carlos Adán Duarte (35) y Maximiliano Barrios Mereles (25), ambos de nacionalidad paraguaya, imputados del delito "homicidio calificado", ya que fue cometido para ocultar el robo.

Una de las pruebas principales contra los acusados fue que el segundo de ellos, un día después del crimen, activó el chip de la línea de telefonía celular de la víctima desde su aparato.

Para los investigadores, los dos albañiles conocían todos los movimientos de la víctima por haber trabajado durante días en el edificio y el día del crimen entraron a robar, pero Frydman los sorprendió en flagrancia y, como la joven los conocía, los delincuentes la asesinaron.

Ante esa situación, los asesinos no tuvieron tiempo de robar nada más que el teléfono celular Motorola V-3 de la odontóloga, que terminó por convertirse en un elemento clave en la pesquisa.

De hecho, dentro del departamento de la víctima la policía halló 17.000 pesos guardados, que se creen eran el objetivo inicial de los delincuentes.

Sin embargo, el hallazgo de ese dinero llevó en los primeros momentos de la investigación a desconfiar del robo como móvil del crimen y por eso avanzó la pesquisa en torno a Muñoz, hasta que esta joven fue excarcelada por falta de pruebas.

Luego, en una inspección ocular se descubrió una puerta ventana con el seguro falseado y que daba a una terraza donde habitualmente trabajaban los albañiles, por lo que las sospechas apuntaron a ellos, quienes una semana después del crimen, dejaron sorpresivamente de realizar tareas de refacción en el edificio.

Ante estas pistas, los pesquisas analizaron luego los llamados realizados y recibidos por los sospechosos, lo que terminó por acreditar que uno de ellos tenía en su poder el chip del teléfono celular robado a Frydman.

El crimen de la odontóloga se cometió entre las 13.30 y las 21 del 26 de noviembre último en el departamento "A" del 9no. piso del edificio de Quesada 2248, de Núñez.

La víctima, cuyo cuerpo yacía en la bañera, fue asesinada de siete puñaladas con un cuchillo Tramontina, pero previamente fue golpeada en la cara y en la cabeza e intentaron asfixiarla, según reveló la autopsia.

A dos días del asesinato, fue detenida la hija del portero del edificio en base a que la joven tenía un corte en una mano, era fanática de los teléfonos celulares (el de la víctima fue robado), tenía una causa por hurto por escalamiento y era lesbiana, lo que hizo presumir un crimen pasional.

Sin embargo, Muñoz luego fue liberada el 13 de diciembre pasado, en tanto que los detectives de la División Homicidios de la Policía Federal detuvieron entre fines de abril y principios de mayo a Adán Duarte en Paraguay y a Barrios Mereles en Mataderos.

Si bien el primero de ellos confesó extrajudicialmente haber participado del crimen, tanto él como el otro sospechoso se negaron a declarar al ser indagados por la jueza Lanz.